En Ibiza de la mano del chef Paco Roncero
Esta 'performance' gastronómica llega a su quinta edición aunando el talento de otros cocineros y de artistas como David Bisbal o Jorge Blass.
Cuesta hablar de Sublimotion, el restaurante que por quinto año consecutivo, abre el chef Paco Roncero en Ibiza, sin mencionar los 1.500 euros que cada comensal abona por cenar allí. Es una cifra que marca desde luego, y que hace que muchos miren con cierta desconfianza a lo que es una de las experiencias gastronómicas más apasionantes del mundo. No, desde luego, para todos los públicos, pero como tantos otros espectáculos. Este, eso sí, solo para 12 personas por noche y únicamente durante los meses de verano.
Lo que acontece tras la fachada blanca y casi camuflada de Sublimotion es un espectáculo de primera nivel en el que hay puesto muchísimos trabajo y que cuenta con una gran nómina de colaboradores. Hay platos diseñados por otros cocineros, como Dani García, Toño Pérez, Diego Guerrero o David Chang; intervenciones 'virtuales' de David Bisbal o Wally López o trucos de magia ejecutados (y compartidos con los asistentes) por un mago del nivel de Jorge Blass.
Definir esta 'perfomance' como una mezcla de innovación, vanguardia y alta gastronomía es quedarse en palabrería y puede inducir a error. No hay nada en Sublimotion que no sea diversión pura y dura, acompañada eso sí, de una degustación de bocados de alto nivel. Desde que suena 'Blitzkrieg Bop' de los Ramones en el ascensor 'de bajada' al restaurante hasta que todo termina, tres horas después, hay espectáculo, dinamismo y muchos cambios de tercio para no dejar a nadie indiferente.
Sin querer desvelar totalmente lo que ocurre de puertas adentro, hay momentos únicos. El jardín de Paco Roncero, uno de sus platos más icónicos, 'desciende' del cielo en un momento para arrancar la primera ovación. Todo esto se quedaría en artificio si no fuera porque esas verduritas con puré de apionabo, coliflor y salsa tartara y
en tierra de pan de especies y aceitunas negras conforman un plato buenísimo, adictivo, que es imposible acabarse por sus dimensiones, pero que queda en el recuerdo durante mucho tiempo.
La actriz Iris Lezcano es la maestra de ceremonias de esta edición, capaz de llevar a los comensales de un terreno a otro del mundo del espectáculo. El comedor tan pronto se transforma en un cine en el que ver escenas de Chaplin con 'palomitas' y se come uno la suela de la mítica bota de 'La Quimera del Oro' (gracias al chef Diego Guerrero) que se encuentra uno en un cabaret con un artista del nivel de Jorge Blass. En ese momento se produce la magia, literalmente.
Pero hay más momentos que parecen sacados de la chistera de un mago. Unas gafas de realidad 'híbrida' hacen que los asistentes a la cena sean capaces de comer lo que no está ahí y, sin embargo, está. O de flotar en el aire en un salto en paracaídas. Un viaje en avión acaba llevando a un mercado callejero de Bangkok con sus dumplings, sus brochetas y sus rollitos, mediante un cambio de escenario ante el que cuesta no frotarse los ojos. Igual que antes la aparición de una camarera -o media más bien- en la parte más infernal del show.
Al final, llega el momento de comerse el postre y la sensación es la de que se ha hecho un viaje único. Mientras uno se come a un dibujo animado salido de la mente del pastelero Paco Torreblanca -otro momento de ciencia ficción- queda la sensación de que se ha asistido a algo único. Pero nada de esto tendría mucho sentido si, repetimos, la comida no estuviera a la altura. Y lo está. Ese atún ibérico con boniato ahumado y pimentón de Toño Pérez, chef de Atrio (Cáceres) se queda mucho tiempo prendido en la memoria. Y también el maridaje con Dom Pérignon. "El mayor espectáculo sobre la tierra", tal y cómo se anunciaban los circos antiguamente.
Sublimotion. Ctra. Playa D’en Bossa, s/n. Sant Jordi de Ses Salines, Ibiza (Hard Rock Hotel). Teléfono 34 618 891 358. info@sublimotionibiza.com/bookings@sublimotionibiza.com