Fiestas LOW COST
¿De verdad quieres gastarte los ahorros en besugo, foie o langostinos? Espera, que te vamos a dar una cuántas ideas para que las fiestas te salgan mucho más baratas.
Ande, ande, ande, la Marimorena... ande, ande, ande, que no tengo PERRAS. ¿Os suena este villancico? Si sois de los que pasáis 15 días de fiesta y juerga continua antes de Navidad es posible que os encontréis con el problema de que, al llegar el día 24, tengáis los bolsillos llenos de telarañas. Oh vaya. Lo sentimos en el alma, porque, efectivamente, es una **tada. Pero no os preocupéis, que no por esto tenéis que pasaros la Nochebuena con un plato de panchitos y un bocata de bacon. Hay alternativas baratujas para economías de guerra. Y no pasa nada, oiga.
Croquetas en lugar de foie. Aunque a veces se nos vaya la olla, hay que recordar que las croquetas son una gran receta de aprovechamiento. Si tenemos restos de un cocido de los días anteriores, un poco de carne guisada de la jornada anterior o incluso unos trocitos de jamón pequeñucos, tenemos unas croquetas. Les gustan a todo el mundo y están buenísimas así que, ¿quién necesita ese foie prohibitivo?
Merluza por besugo. Hay una ley no escrita que dice "el besugo es el pescado de Navidad" y cada año nos lanzamos al mercado para dejarnos los ahorros como si nos fuera la vida en ella. El chef Nacho Manzano, con dos estrellas Michelin, nos recomienda dejar de hacer el canelo y utilizar pescados magníficos como la merluza, que él propone hacer al vapor para una cena de, por lo menos, la misma altura.
Mousse de turrón en lugar de postres carisísimos. Hay una tendencia que se repite siempre, año tras año: es llegar el 7 de enero, abrir el armario y encontrarnos con no menos de cuatro tabletas de turrón sin abrir. Si tenemos al menos una "del blando", podemos hacer una facilísima mousse que permitirá que estos dulces no lleguen hasta el año siguiente.
Sopa de pescado en lugar de marisco. Parece que, si no ponemos algún producto premium del mar en la mesa, la Navidad es menos Navidad. Pero no tiene por qué tratarse de langostinos, gambones o cigalas de PVP exagerado. Podemos preparar una deliciosa sopa de pescado utilizando las espinas y añadiendo un poquito de pan y de salsa de tomate. ¿Qué fácil, verdad?
Picantones en lugar de pavo o capón. Este ave de pequeño tamaño suele tener un precio mucho más moderado que otros más grandes y que, en estas fechas, se ponen por las nubes como seres alados que son. Además, la ventaja de los picantones es que pueden presentarse de modo individual y que admiten los mismos rellenos que sus hermanos mayores. Ñami.
Tostas de setas en lugar de salmón ahumado. Si queremos salmón ahumado de verdad, pero de verdad, va a tocar que nos rasquemos el bolsillo. En caso contrario, tendremos que optar por la trucha o la palometa. Si no nos satisface, una buena alternativa es recurrir a un producto de temporada: las setas. Se preparan a la plancha y, con un poco de queso, pueden dar lugar a unas tostas excelentes.
La botella de champán del año pasado... en lugar de una botella nueva. ¿Qué necesidad hay de comprar cosas nuevas que ya tenemos del año anterior? Esta es una buena oportunidad para recordar aquello de que, no, el champán no caduca.