¿POR QUÉ NO PASAS DE LAS DIETAS Y, SIMPLEMENTE, COMES MÁS DE ESTO?
Que si la dieta del ayuno, la dieta del hielo, la del pibón,la ABS... Nos hemos vuelto locos con las dietas con ese afán de inmediatez que predomina en cualquier ámbito de la vida en el siglo XXI. ¿Por qué no nos olvidamos de contar calorías e idear extrañas combinaciones de alimentos y, simplemente, comemos cosas que engordan menos? Como estos alimentos con menos de 25 calorías, por ejemplo.
1- Lechuga. Tiene 15 calorías por 100 g, de manera que una ensalada de lechuga con queso fresco (¿nos animamos a sustituirlo por tofu, alto en proteínas y también muy bajo en calorías?), tomates, zanahoria y frutos secos (más calóricos, pero muy nutritivos: fuentes de fibra y vitaminas), un buen aceite de oliva virgen extra y un pan de espelta, por ejemplo, o de cualquier harina alternativa al trigo, va a ser un ágape moderadamente calórico y nutricionalmente equilibrado. Intentemos comprar siempre, eso sí, una buena lechuga. Si puede ser bio mejor que mejor, ya que su textura y sabor no tienen nada que ver con las otras.
2-Coliflor. Los que argumentáis que la coliflor huele mal para justificar que no la habéis vuelto a probar desde los 7 años, deberíais dar una oportunidad a esta verdura que presume de tan sólo 25 calorías por 100 g. Y es que no hace falta comerla hervida con patatas, pues ofrece numerosas posibilidades que enmascararán un poco su para algunos comprometido sabor, y la convertirán en una verdura la mar de apetecible. Al horno con bechamel y unos tacos de jamón ibérico es una buena opción, aunque también hay cremas deliciosas con la coliflor como protagonista o puede hacerse salteada con otras verduras como guarnición de carnes o arroces, por ejemplo.
3- Rúcula. Tiene potasio, vitaminas de diversos grupos, minerales, fibra, ácido fólico y 25 calorías de nada por 100 g. Sus propiedades prácticamente milagrosas, la convierten en un superalimento, y muchos nutricionistas recomiendan encarecidamente su consumo. Es, además, baja en grasas y colesterol, y va a alegrar cualquier ensalada. Una opción muy recomendable para iniciar nuestra operacón particular contra las calorías sin sufrir es consumirla en la pizza, por ejemplo, pues con una cobertura de rúcula, jamón York y una salsa de tomate estaremos reduciendo el aporte calórico y estaremos disfrutando de este manjar sin darle al cuerpo el bombazo que supone una cuatro quesos. No olvidemos que un taco de queso emmental ronda las 400 calorías por 100 g, así que simplemente con este pequeño gesto estaremos reduciendo a muchísimo más de la mitad las calorías de la pizza que nos vamos a comer.
4-Tomate. 18 calorías por cada 100 g convierten al rey de la vitamina C en un ingrediente fundamental en nuestra nevera, que podemos comer tanto en ensaladas como en salteados de verduras y, un clásico, en salsa. Es una buena idea empezar a sustituir carbonaras y otras salsas habituales en nuestra dieta a base de aceite o nata por una simple salsa de tomate, especias y verduras, que sentará bien tanto a un plato de pasta como a unas albóndigas y, claro, a la base de nuestra pizza. Aunque sabemos que puede ser un suplicio para algunos, es recomendable remangarse una vez al año y encerrarse en la cocina una tarde de verano para elaborar conservas con tomates de temporada, para poder disfrutar de este producto tan sabroso y ligero durante todo el invierno.
5- La calabaza. Estamos de nuevo ante una verdura muy completa nutricionalmente y, además, muy sabrosa, la típica verdura que entusiasma a todos aquellos a quienes no les gusta la verdura, por su sabor dulzón y meloso. La crema es la opción más socorrida, aunque puede prepararse también en muchos guisos, cortada en taquitos y salteada. ¿Qué tal un guiso delicioso y alternativo a base de calabaza, tofu y otras verduras a nuestro gusto sobre una base de quinoa? La calabaza sólo nos va a aportar 19 calorías por 100 g, de manera que podemos comer toda la que queramos en cualquier momento del día.