Estar embarazada no significa comer por dos, pero es cierto que la alimentación es muy importante, y cuidarla durante el embarazo es fundamental. Todo lo que coma la madre, le llegará al bebé: si la madre no sigue una buena alimentación, tendrá una falta de nutrientes, por lo que el bebé tendrá las mismas carencias.
Además de una buena dieta, también es fundamental una buena hidratación, tanto externa como interna, ya que la piel se irá estirando más y más, adaptándose al proceso del embarazo y a los cambios de cuerpo. Por tanto, hay que aumentar la dosis de agua durante el embarazo. Lo ideal es tomar entre 8 y 12 de vasos de agua al día.
En cuanto a las calorías que debe consumir una mujer embarazada, lo lógico es que aumenten las calorías diarias en unas 300. Es decir, una mujer embarazada necesita, aproximadamente, unas 2.500 kcal. Sobre todo en el segundo y en el tercer trimestre. Pero también hay que tener en cuenta que este incremento de calorías se debe hacer desde productos vegetales, nada de productos procesados.
Qué comer y qué no durante el embarazo
Durante el embarazo también es necesario tomar proteínas, grasas e hidratos de carbono. Pero es cierto, que de formas diferentes:
- La carne es fundamental. Es una gran fuente de proteínas. Posee nutrientes esenciales, además de vitamina B12 y hierro. Pero el toxoplasma y la listeria son dos bacterias que se encuentran en la carne cruda, y pueden provocar malformaciones en el feto. Por eso hay que tener cuidado y es necesario que la carne esté bien hecha.
- Con el pescado ocurre más o menos lo mismo que con la carne, nada de pescado crudo. Además por la contaminación de los mares, el pescado cada vez contiene más metales, como el mercurio, y por eso es conveniente limitar su consumo durante el embarazo. Suele acumularse sobre todo en el pescado azul, aunque tiene otros aspectos positivos como el omega 3 y ácidos grasos esenciales. Lo mejor es comerlo en cantidades pequeñas. El pescado blanco también es una gran fuente de proteína.
- En cuanto a las grasas, también son necesarias. Pero nada de grasas saturadas. Lo mejor es tomarlas en forma de ácido grasos insaturados o poliinsaturados. El aceite de oliva, los frutos secos, el aguacate, la yema de huevo… son buenas opciones. Sin embargo la bollería industrial, el embutido o los patés no lo son, para nada.
- El aporte de fibra durante el embarazo es esencial, ya que de por sí el estreñimiento viene unido con el embarazo. Todo tipo de frutas, verduras y hortalizas, son imprescindibles en la dieta de cualquier mujer embarazada.
- El calcio durante el embarazo es imprescindible.
- Los hidratos de carbono, si son complejos, mejor. Las legumbres o las hortalizas son lo ideal. Sin embargo, no es bueno abusar de los hidratos de carbono, ya que podría favorecer el sobrepeso y la diabetes durante el embarazo.
Además de una dieta sana y equilibrada, los hábitos de vida saludables y activos, además de un poco de ejercicio físico moderado y adecuado al estado de la embarazada, son ideales para gozar de buen estado de salud.