Y di adiós a la sensación de pelo sucio
Te encanta tu pelo largo: lucir esa melenaza que tu trabajo te cuesta mantener pero hay una cosa que llevas fatal y es que se te ensucia muy rápidamente. Pasadas apenas las 24 horas de habértelo lavado, ya empiezas a notar la suciedad que, si no solucionas, acaba convirtiendo tu pelo en cabello graso.
¿Hay alguna forma de acabar, de una vez por todas, con que tu pelo parezca que ha sido rebozado en aceite? Pues sí, ahí van unos consejos muy útiles:
- No cambies de champú como cambias de pareja: no, intenta ser un poco más fiel a un producto determinado. Cambiar de champú todas las semanas viene a ser como hacer experimentos con gaseosa, no saldrá bien. Por cierto: si es orgánico, mejor: que regule la producción de sebo y que respete el pH de la piel.
- Evita los productos agresivos (o al menos, no abuses) como gominas, lacas, y espumas. Dejan un montón de residuos en el pelo.
- Si realmente tienes un problema de pelo graso, utiliza productos específicos: champús con aloe vera (como ya te hemos contado, el aloe tiene multitud de aplicaciones en cosmética), con arcilla o con ortiga.
- No te cepilles como si no hubiera mañana (genera más grasa) y tampoco te lo estés manoseando todo el rato, porque lo único que conseguirás es distribuir la grasa del cuero cabelludo a la melena.
- Limpia tus cepillos y peines de manera regular.
- Ojito al estrés: al igual que hay determinados alimentos que favorecen la aparición de grasa, las épocas de estrés tampoco ayudan. ¿No has notado que cuando estás de los nervios tienes el pelo más sucio? Así que relax, ya verás que eso también ayuda y practica deporte con regularidad que, en general, te sentirás mejor.
- El agua para lavarse, que sea templada: si está muy caliente, dañarás el cuero cabelludo y además, estimulará la producción de sebo. Cuando hayas terminado de lavarte, un buen chorro de agua fría, de esta forma conseguirás más brillo en la melena.
- En la dieta, incluye alimentos ricos en vitamina B7 (soja, avena, cebada), en selenio (ajos, coles, pepinos, manzanas) y zinc (espárragos, apio).
- No te lo laves todos los días: puede parecer contradictorio pero lavártelo todos los días no te hará tener un pelo menos graso. Lávalo de 2 a 3 veces por semana, es más que suficiente.
- Si usas acondicionador tras el lavado, el pelo graso no necesita que te lo apliques cerca de las raíces. No decimos con esto que no uses el acondicionador, porque se te pueden resecar las puntas, sino que te lo apliques de la mitad hacia las puntas.