INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Garnier acaba de lanzar un sistema de diagnóstico facial online que es capaz de diagnosticar qué tipo de piel tienes y cuál es la rutina de belleza perfecta para ella con un simple selfie.
¿Te imaginas tomarte un selfie y saber de inmediato qué cosméticos debes usar para cuidar tu piel? Ahora, gracias a los últimos avances de la Inteligencia Artificial (IA), es posible. Garnier acaba de lanzar un sistema de diagnóstico facial online que es capaz de diagnosticar qué tipo de piel tienes y cuál es la rutina de belleza perfecta para ella.
Esta herramienta tan futurista es el resultado de 20 años de investigación, 9 patentes y una base de datos con más de 15.000 rostros. Un laborioso trabajo que ha dado como resultado una sencilla herramienta online que cualquiera puede usar desde casa.
Para usar esta IA debes tener un smartphone y poder escanear un código QR de la marca. Entonces te aparecerá el escáner facial en tu cámara interna y tan solo tendrás que colocar la frente y la barbilla donde te indican.
Luego deberás completar la información indicando tu género, "para un análisis más preciso"; tu edad, "para hacer una comparativa con otras imágenes de la base de datos"; el tipo de piel (grasa, normal, mixta, seca) y el grado de sensibilidad cutánea.
Con estos simples pasos, la aplicación te hará un análisis pormenorizado de la piel, diciéndote cuáles son los puntos fuertes y qué aspectos se podrían mejorar con una rutina de belleza personalizada que te indicará a continuación.
En última instancia, te especificará los productos que deberías utilizar en tu rutina de día y de noche: ritual de limpieza, tratamientos para rostro y ojos, y, en el caso de la mañana, protección solar.
Este diagnóstico facial online con una precisión del 95% mide cinco parámetros indispensables y necesarios para lucir un rostro sano y luminoso, independientemente de sexo, tono o tipo de piel.
Estos cinco parámetros actúan de manera conjunta y son:
La Inteligencia Artificial (IA) es un campo de la informática que busca desarrollar sistemas que puedan llevar a cabo tareas que, en el pasado, solo podrían hacer los seres humanos. La IA se basa en algoritmos y modelos que aprenden de datos y experiencias y luego pueden tomar decisiones autónomas, sin depender de instrucciones específicas.
La IA ha encontrado aplicaciones en diversos sectores, como la medicina, la robótica, los asistentes virtuales y los vehículos autónomos. Y ahora también en el mundo de la belleza.