CUTIS PERFECTO
Todas hemos tenido alguna vez algún que otro granito en la mejilla. Para evitar la presencia de estos molestos brotes, es clave conocer las causas de su aparición y entender cómo podemos tratarlos para fomentar un buen cuidado de la piel.
El acné no discrimina por edad y, a menudo, se presenta en el lugar menos conveniente. Aunque los que más sufren estos molestos brotes son los adolescentes debido a la etapa hormonal que atraviesan, los granitos también pueden aparecer en la edad adulta, siendo las mejillas una zona particularmente visible.
Si alguna vez has notado que tus mejillas parecen ser un imán para esos inoportunos granitos, no estás sola. En España, alrededor del 15% de las mujeres de entre 25 y 45 años experimentan acné adulto, que suele aparecer en las mejillas justo cuando menos lo necesitas. ¿Por qué motivo aparecen en esta zona del rostro?
El acné en las mejillas puede ser especialmente problemático y visible debido a varias razones. Según Isabel Reverte, directora dermocosmética de Ambari, "la sobreproducción de sebo y la obstrucción de los folículos pilosebáceos por células muertas son desencadenantes comunes que favorecen la proliferación de la bacteriaCutibacterium acnes, la cual promueve la inflamación en zonas como las mejillas".
Además de esta predisposición a segregar más sebo, Reverte indica que es muy probable que factores adicionales, como el estado de ánimo y la alimentación, influyan en el acné en las mejillas. En resumen, se acaba creando un entorno propicio para el desarrollo de granitos en esta zona del rostro, haciéndolos más persistentes y visibles. Pero, ¿qué factores fomentan su aparición?
Una dieta desequilibrada
Una de las causas más frecuentes del acné en las mejillas está relacionada con la alimentación. Según Sole Urrutia, directora nutricional en Advanced Nutrition Programme, "una mala alimentación, rica en grasas saturadas o alimentos procesados, puede alterar la homeostasis cutánea", es decir, el equilibrio natural de la piel.
Esto puede llevar a "incentivar la producción de acné como consecuencia de un desequilibrio en la microbiota del estómago, desorden que se somatiza después en la piel y que suele afectar, sobre todo, a mejillas y a frente", concluye Urrutia.
Para mitigar estos efectos, es clave seguir una dieta equilibrada. Los expertos también recomiendan considerar la incorporación de probióticos que ayuden a restaurar el equilibrio de la dermis. No hablamos solo de suplementos, pues "aplicar cosméticos ricos en pre y probióticos, puede influir en el equilibrio de la microbiota de la piel y en una consecuente reducción de dichos granitos", afirma Lara González, cosmetóloga de Byoode.
Las consecuencias del estrés
El estrés también juega un papel importante en la aparición del acné. González explica que "cuando hay tensión durante un largo espacio de tiempo, la función barrera de la piel se altera, se vuelve más permeable y vulnerable a irritantes externos".
El porqué es muy sencillo, pues "el cortisol, la hormona del estrés, aumenta la actividad de las glándulas sebáceas, lo que proporciona un entorno ideal para las bacterias del acné que nos puede llevar a brotes", apunta la experta.
Para manejar el acné relacionado con el estrés, es útil el uso de productos que ayuden a regular la producción de grasa y a mantener la piel limpia y equilibrada, como limpiadores o tónicos ricos en ácido salicílico. Estos "reducirán los niveles de grasa que tienden a incrementar los procesos inflamatorios", explica Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8.
Exceso de exfoliación
La solución al anterior punto también puede influir en la aparición de acné si no la realizamos correctamente. Aquellos cosméticos que usamos para exfoliar nuestra piel pueden llegar a causar problemas. Raquel González, cosmetóloga y directora técnica en Perricone MD, señala que "si tienes granitos, exfoliar está bien, pero hacerlo en exceso te puede provocar efecto rebote y que la piel genere más sebo y sea más proclive a los granitos".
Esto se debe a que, con esta práctica excesiva, la barrera protectora se debilita más de lo necesario y se sensibiliza la piel. Por ello, cuando esto ocurre, "la piel tiende a producir más grasa y un acné asociado a hipersensibilidad", cuenta Mireia Fernández, directora dermocosmética de Boutijour. ¿Qué podemos hacer al respecto?
Según Fernández, la solución está en "hidratar bien y calmar la inflamación". Por ejemplo, podemos usar productos con ingredientes como el ácido hialurónico para aportar esa humedad necesaria.