MIRADA
Se llevan las cejas gruesas y tupidas para hacerle frente a la mascarilla y darle más personalidad a la mirada. Pero, ¿qué pasa si las tengo finas? Sigue leyendo.
A finales de los 90 y a principios de los 2000, famosas como Madonna o Cara Delevigne ya apostaron por llevar las cejas pobladas, incluso cuando el resto de celebrities presumían de la tendencia del momento: el trazo fino. Con la nueva realidad impuesta por la Covid-19 y el uso de la mascarilla, volvemos a sentir la necesidad de realzar nuestra mirada, y para ello, nada como lucir unas cejas bien tupidas. Si las tienes finas o quieres olvidarte de retocarlas cada cierto tiempo, el microblading puede ser la solución. ¿Quieres saber de qué se trata?
El microblading es una técnica de maquillaje semipermanente que se hace de forma manual, pelo a pelo. Es un procedimiento superficial e indoloro recomendado tanto para mujeres como para hombres pero, sobre todo "para todas las personas que quieran reconstruir totalmente sus cejas mal depiladas, definir, cubrir pequeñas calvas o rellenar una cicatriz en esta zona", explica Nicoleta Vlad, técnico experta en microblading y directora creativa de Nikol Beauty. ¿El resultado? Unas cejas totalmente naturales y con un efecto duradero de hasta dos años.
Se trata de una nueva versión semipermanente de los tradicionales tatuajes de cejas. No son las cejas estampadas que llevaba tu abuela, sino trazos de cabello delicados y súper finos que crean una sensación óptica muy natural y realista, completamente alejada de aquellas versiones de primera generación. La reciente popularidad de esta técnica ha generado dos tipos de trazo, micro sombreado y micro pluma, que pueden conseguir dos aspectos de cejas diferentes, según tus preferencias.
¿En qué se diferencia el microblading con el tatuaje de cejas habitual?
El microblading no penetra en la capa profunda de la piel, sino que se queda la superficie. No es permanente y el color se desvanece completamente en unos 18 meses. Los trazos de cabello son mucho más naturales y finos que los que se consiguen con cualquier tatuaje, ya que se usa una aguja o una hoja de mano, no un aparato eléctrico.
¿Qué debo saber antes de hacérmelo?
Que los precios varían según el centro o salón donde te lo quieras hacer, y también según la experiencia del artista. Y que no es precisamente barato.
Que no duele, a pesar de que la herramienta que se utiliza es como un bolígrafo acabado en una hoja inclinada con 10-12 pequeñas agujas al final. Son agujas que no penetran en la piel sino que simplemente rascan delicadamente la superficie, algo parecido a un corte de papel. La aguja funciona como una pluma, con un pigmento médico que penetra en la capa de la epidermis de la piel creando trazos finos, realistas y naturales.
Que durante los primeros días necesitarán un cuidado y una limpieza especial, similar al de un tatuaje, y la zona puede verse roja y con costra, así que trata de no programar eventos importantes durante al menos dos semanas. Además, evita ir al gimnasio o cualquier sudoración excesiva alrededor de las cejas, pues la retención de pigmentos puede causar infecciones.
Que necesitarás una sesión de recarga pasadas 6-8 semanas. Este es el momento en el que podrás evaluar el resultado y agregar más trazos o un pigmento más oscuro si lo deseas.
¿Cuánto tiempo dura el microblading?
“Recomendamos un retoque a partir de los seis meses”, aclara la experta de Nikol Beauty. Aunque hay quien prefiere acudir antes para modificar color o grosor, y a quien le dura el efecto cerca de un año, dependiendo de su estilo de vida. Existen maneras de hacer que el microblading se mantenga más tiempo, como mantener la zona alejada del sol, ya que este puede desvanecer el pigmento, o evitar utilizar productos exfoliantes para el rostro como retinol y ácido glicólico cerca de las cejas, ya que estos pueden levantar las capas superiores de la piel y llevarse el color.
¿Tiene alguna contraindicación?
No suele ser recomendable si tienes alergia a la pigmentación, antecedentes de queloides (crecimiento excesivo de tejido cicatrizante), si padeces diabetes, hemofilia o hepatitis, o si estás tomando medicamentos anticoagulantes. Pero, por lo general, es un tratamiento de lo más seguro.
¿Qué pasa si no me gusta o no me queda bien?
Nada. Puedes deshacer el microblading en cualquier momento porque el pigmento no deja cicatrices ni decoloración. Para ello puede usarse una solución salina. No obstante, para no alarmarte antes de tiempo, conviene que comprendas que la sombra de las cejas se verá hasta un 40% más oscura durante los primeros 7 o 10 días, durante el proceso de curación, cuando pueden formarse costras y desprenderse.
Para no arrepentirte después, haz pruebas de color y forma con tu especialista hasta encontrar lo que mejor se adapta a tu piel y a tu rostro. Siempre será mejor pecar de natural y guardarte la opción de agregar un poco más de pigmento en la sesión de recarga para obtener un tono más oscuro.