TEN EN CUENTA LA ALTITUD
Aunque tengas incorporado en tu rutina diaria de cuidado facial aplicarte crema solar, puede que dudes si debes ponértela cuando no estás expuesta a los rayos de forma directa, o cuando vas a estar en un interior muchas horas. Por ejemplo, antes de subir a un avión. En este artículo te explicamos por qué debes ponértela siempre.
Si no tienes establecida en tu rutina diaria de skincare aplicarte crema solar, este es el momento de implementar el paso. La crema solar es fundamental para el cuidado de la piel, porque te protege de los rayos ultravioleta, haga sol o esté nublado, estés al aire libre o en un interior.
De hecho, hay un interior que es de vital importancia aplicarse repetidamente crema solar, dado que hay mayor impacto de los rayos ultravioleta y que mucha gente ignora:Se trata del avión.
Cuando viajamos en avión ascendemos a una gran altura atravesando diferentes capas de la atmósfera y, por tanto, estamos más cerca del sol. Aunque estemos en el interior del avión, debemos protegernos con crema solar porque nuestra piel está más expuesta a los rayos ultravioleta debido a que a mayor altitud hay menor absorción atmosférica, menos contaminación atmosférica y un ángulo solar más directo. A continuación te explicamos en qué consiste cada factor.
A medida que te distancias de la superficie de la tierra vas atravesando capas de la atmósfera. Si tenemos en cuenta que la atmósfera actúa como un filtro que absorbe y dispersa parte de la radiación ultravioleta del sol, cuanta más atmósfera atraviesa la radiación solar, más se dispersa y se absorbe. Por lo tanto, a altitudes más altas, hay menos atmósfera para absorber los rayos UV, lo que resulta en una mayor intensidad de estos rayos.
A altitudes más altas, generalmente hay menos contaminación atmosférica porque las partículas que se encuentran en la atmósfera, como el polvo y otros contaminantes, pesan y se quedan en las capas más cercanas a la superficie de la tierra. Estos elementos también actúan como un filtro que dispersan y absorben los rayos UV, reduciendo su intensidad y su impacto contra nuestra piel. Con menos contaminación, hay menos obstáculos para que los rayos UV alcancen la superficie de la Tierra a altitudes más altas.
A mayores altitudes, el ángulo de incidencia solar tiende a ser más directo porque los rayos solares deben atravesar una menor cantidad de capas de atmósfera y de elementos que se distribuyen por ella, por lo que el sol impacta de forma más directa sobre nosotros.
Muchas de las personas que viajan en un avión ansían elegir el asiento que está al lado de la ventanilla para poder disfrutar de las vistas, ya no solo en el despegue y en el aterrizaje, sino en todo el trayecto. Resulta comprensible, puesto que en pocas ocasiones se puede obtener una vista de pájaro de los paisajes como la que te permite un avión. No obstante, estar cerca de la ventanilla tiene sus riesgos.
Aunque las ventanas de los aviones están diseñadas para proteger a las personas que van en el interior de los rayos que causan quemaduras de sol, permiten que los rayos UV pasen a través de ellas, por eso es de vital importancia protegerse la piel con crema solar. Además, también hay que tener en cuenta que en los vuelos largos estamos expuestos a estos rayos durante un gran número de horas, haciendo así que aumente el riesgo de un daño potencial.
Es importante tener este factor en cuenta porque la percepción del riesgo del impacto de los rayos ultravioleta en los vuelos con días nublados o en horas que no son centrales del día, acostumbran a ser menores.