RETOQUES DE FAMOSAS

¿Qué es una bichectomía? El nuevo retoque estético favorito de las famosas

Te explicamos qué es y cómo se hace una bichectomía, uno de los retoques estéticos estrella entre las celebrities que quieren lucir un rostro más delgado. Bella Hadid, Zoe Kravitz y Sophie Turner son algunas de las famosas que han caído en la tentación.

La industria de la belleza siempre encuentra nuevas formas de hacer que nos obsesionemos con alguna zona de nuestro cuerpo. ¿Y cuál está en el punto de mira esta vez? Pues la parte carnosa de las mejillas, los mofletes de toda la vida, vamos.

Y quizá pienses: "bueno, esto no es nuevo porque tener unos pómulos bien marcados y definidos se estila desde hace medio siglo". Y es verdad, y para lograrlo existen miles de procedimientos, desde los liftings faciales hasta técnicas de maquillaje como el contouring, pero hoy no hablamos de eso, no.

Nos referimos a la bichectomía, una operación estética relativamente desconocida, pero que se está convirtiendo en tendencia, y que consiste en extirpar las bolas de Bichat para conseguir un rostro más delgado en tan solo 45 minutos.

Se trata de un "retoque" que ya ha seducido a famosas como: Bella Hadid, Zoe Kravitz, Sophie Turner, Jennifer Lawrence, Jennifer Aniston, Kim Kardashian, Mila Kunis, Angelina Jolie, Victoria Beckham y Eiza González, entre muchas otras. Y la lista no para de aumentar.

¿Qué son las bolas de Bichat?

Las bolas de Bichat son bolsas de grasa bucal que todos tenemos en las mejillas. Su nombre se debe al anatomista francés Marie Fracois Xavier Bichat, quien demostró que no eran glándulas sino cuerpos adiposos.

¿Y cuál es el problema con ellas? Las bolas de Bichat proporcionan a las mejillas la redondez característica de los niños (son las responsables de que quieras pellizcar sus mofletes).

Con la edad suelen disminuir, pero hay adultos en los que, según el punto de vista de la industria de la cirugía estética, estas bolsas mantienen un tamaño "excesivo", de manera que su cara se ve "demasiado redonda y poco definida" y, al prescindir de ellas se conseguiría supuestamente una mejora de la apariencia del rostro.

Ahora extirparse las bolas de Bichat está en auge, sobre todo con el retorno de la peligrosa estética de la delgadez extrema de los 2000. Y a esta técnica se la denomina: bichectomía.

¿En qué consiste la bichectomía?

Consiste en hacer unas incisiones de unos 1,5 cm en cada lado interno de las mejillas para extirpar las bolas de Bichat. Y es por esto que esta operación está triunfando tanto: únicamente requiere anestesia local, no deja cicatrices visibles (ya que están dentro de la boca), solamente se tarda unos 45 minutos en llevarla a cabo, y en menos de 24 horas ya estás de vuelta a tu casa para la recuperación.

Asimismo, también es un "retoque" relativamente económico. En España el precio suele rondar entre los 1.000 y los 2.000 euros. Pero no siempre es oro todo lo que reluce, claro.

Desventajas de la bichectomía

España es uno de los países europeos donde más operaciones de cirugía estética se realizan. Según las clínicas, las mujeres jóvenes, de entre 25 y 35 años, son el target que más solicita una bichectomía.

Y no es de extrañar. A la socialización machista que nos dicta desde pequeñas cómo debe ser nuestra apariencia, se le añade la presión de las redes sociales y el querer emular a nuestras ídolas de turno. Y ahora tener los pómulos marcados y los ángulos de la mandíbula bien definidos es tendencia global.

Pero hay que tener en cuenta que realizarse una bichectomía, como cualquier otra operación de cirugía estética, implica unos riesgos. En primer lugar, durante el postoperatorio se requiere un seguimiento muy cuidadoso porque la boca es muy propensa a las bacterias.

En segundo lugar, esta operación está contraindicada en personas con la cara muy alargada, poco relieve en el pómulo o con flacidez, puesto que el rostro puede llegar a verse muy hundido después de retirar las bolas de Bichat, como en el caso de la actriz de Juego de Tronos, Sophie Turner, o la protagonista de la serie Glee, Lea Michele.

Y es que, entre las desventajas destaca la pérdida de soporte de las estructuras faciales, por eso, con el paso de los años puede aparecer, en ocasiones, una cara con poco tejido graso, demasiado hundida en su zona central. Sobre todo, si se tiene la piel del rostro muy fina. Pero, por desgracia, parece que todavía estamos lejos de poner el freno a los estándares de belleza poco realistas.