PUEDEN SER PELIGROSOS
El auge del cuidado de la piel entre adolescentes, impulsado por redes sociales e influencers, lleva a rutinas inadecuadas y riesgosas para la piel joven. Expertos advierten sobre los peligros de productos avanzados y aconsejan a los padres limitar el uso de cosméticos y seguir recomendaciones dermatológicas.
En la era digital actual, las redes sociales han transformado la forma en que percibimos la belleza y el cuidado personal, especialmente entre las jóvenes. El fenómeno del skincare o cuidado de la piel ha ganado popularidad entre niñas preadolescentes, quienes adoptan rutinas complejas y a menudo inadecuadas para su edad. Esta tendencia, impulsada por influencers y plataformas de belleza, plantea serios riesgos para la piel delicada de los menores.
El skincare se refiere a una serie de pasos destinados a mantener la piel en condiciones óptimas, previniendo y tratando problemas cutáneos mediante el uso de diversos productos cosméticos. Aunque este cuidado es esencial a medida que envejecemos, los expertos advierten que las rutinas avanzadas y productos específicos, como el retinol, ácido hialurónico y colágeno, no son necesarios ni recomendables para niños menores de 12 años.
Los dermatólogos destacan que las rutinas intensivas de skincare pueden provocar efectos adversos en las pieles jóvenes, incluyendo irritaciones, dermatitis y quemaduras. La piel de los niños y adolescentes es especialmente sensible y puede ser dañada por el uso de productos que no están diseñados para su tipo de piel. Según la Dra. Borregón, dermatóloga y directora médica de la clínica Kalosia, "normalmente hasta los 25 años no empezamos a perder colágeno, y no se necesitan hacer ese tipo de rutinas de belleza".
La obsesión por el cuidado de la piel entre los jóvenes está en parte impulsada por la influencia de las redes sociales y las estrategias de marketing de las empresas de belleza. Motivadas por el contenido de influencers y la presión social, muchas niñas adoptan rutinas que incluyen productos como sérums y peelings, que no solo son innecesarios, sino que pueden ser perjudiciales para su piel. Este fenómeno, conocido como cosmeticorexia, refleja una creciente adicción a la compra y uso de cosméticos, con adolescentes siguiendo recomendaciones de internet en lugar de buscar asesoramiento profesional. Los filtros, retoques y visiones idealizadas que predominan en estas plataformas crean una imagen de perfección inalcanzable, llevando a las jóvenes a adoptar prematuramente rutinas de cuidado de la piel con productos avanzados como si fueran juguetes.
El aumento del uso de productos cosméticos entre adolescentes está generando preocupación entre los profesionales. Se observa que muchos jóvenes comparten rutinas que incluyen productos innecesarios y a menudo inadecuados para su piel, como los antiedad. Esta tendencia refleja una fuerte influencia de lo que los adolescentes ven en internet, exacerbando el problema al seguir modas y consejos que no están basados en necesidades reales ni en recomendaciones profesionales.
El impacto de los vídeos de skincare protagonizados por niñas menores ha generado un debate sobre la responsabilidad social y el cumplimiento de las normas de las plataformas digitales. Según las políticas de muchas redes sociales, no está permitido crear cuentas para menores de 14 años. Sin embargo, es común encontrar contenido protagonizado por niñas que claramente no alcanzan esta edad, algunas con tan solo 10 años. Esto plantea una cuestión importante sobre la responsabilidad de las plataformas y de los creadores de contenido, quienes, al promover prácticas de cuidado de la piel entre un público tan joven, podrían estar fomentando hábitos poco saludables y expectativas irreales.
Los expertos recomiendan que los cuidados básicos para los más jóvenes se limiten a una limpieza diaria con agua tibia y un jabón suave, junto con la aplicación de protector solar con un factor de protección 50 para protegerse de los daños solares. Cualquier otro producto debe ser evitado a menos que sea recomendado por un dermatólogo. Además, los padres deben estar atentos a las señales de irritación o problemas en la piel y consultar a un profesional si surgen síntomas.