ENTREVISTA

¿Piel seca o deshidratada? Aprende a diferenciarlo

Es un error común pensar que tenemos la piel seca cuando en realidad lo que le ocurre es que está deshidratada. Hemos entrevistado a Arantza Azparren, responsable de formación de Mesoestetic, para que nos explique cómo se diferencian y cómo tenemos que actuar en cada caso.

Piel secaiStock

Es un error común pensar que tenemos la piel seca cuando en realidad lo que le ocurre es que está deshidratada. Este mal autodiagnóstico de la piel nos puede llevar a iniciar una rutina de belleza que no nos dé los resultados esperados o, incluso, que nos empeore el estado de la dermis.

Por eso, en NovaMás hemos entrevistado a Arantza Azparren, responsable de formación de Mesoestetic, para que nos explique de forma detallada cuál es la diferencia entre una piel seca y una deshidratada y cómo se debe actuar en cada caso.

¿Cuál es la diferencia entre la piel seca y la piel deshidratada?

La piel seca es un tipo de piel en la que el equilibrio natural agua-aceite del manto hidrolipídicotiene menor componente de estructuras lipídicas y, por ello, tiene una menor capacidad de retener el agua en la piel. Un ejemplo para entender esto es: cuando ponemos en un vaso agua y después añadimos aceite, esta agua no se evaporará tan rápido como ocurriría en un vaso donde únicamente tengamos agua.

La piel deshidratada, en cambio, no es un tipo de piel, sino un estado en el que se puede encontrar la piel, independientemente del tipo de piel. Esto puede ocurrir por diversos factores como las condiciones climáticas, el uso de cosméticos inadecuados para ese tipo de piel, medicamentos, estrés, cambios hormonales, etcétera.

¿Cómo las podemos distinguir?

Distinguir entre una piel seca y una piel deshidratada, a priori, puede parecer complicado, ya que ambas presentan poca luminosidad, sensación de tirantez, arrugas más profundas, pérdida de elasticidad e incluso aparición de descamación, sensibilidad y/o rojeces.

En el caso de la piel seca, las características que acabo de comentar son constantes, independientemente de las condiciones climáticas u otros factores externos. Además, la falta de hidratación está presente en toda la piel del cuerpo. Estos síntomas siempre, o al menos durante un largo período de tiempo, estarán presentes, sin ninguna causa externa aparente que los genere.

¿Cuáles son las causas de cada una?

La principal causa de la piel seca es la predisposición genética. Y después la edad, ya que en pieles más maduras es más habitual que la piel evolucione a esta tipología de piel.

Las causas que generan una piel deshidratada son múltiples, desdeel clima, la sobreexposición al sol, el uso excesivo de cosméticos inadecuados que sean potencialmente irritantes o deshidratantes, ducharse o bañarse con agua muy caliente durante largos periodos de tiempo, el aire acondicionado o la calefacción, medicación, etcétera.

¿Qué problemas puede causar una piel seca o deshidratada?

En ambos casos, si no mantenemos un estado de equilibrio del manto hidrolipídico, inicialmente se produce una disminución en la capacidad de retener agua que tiene la piel de forma natural. Esto genera que la piel se vea más apagada y aparezcan, de forma prematura, algunas manifestaciones del envejecimiento cutáneo como las líneas de expresión y arrugas. La piel se siente tirante.

Si con estas manifestaciones no se actúa, se puede llegar a un estado de sensibilidad en el cual la función de barrera natural que realiza la piel sea deficiente. Y, como consecuencia, pueden aparecer rojeces, descamación, eccemas… E incluso imperfecciones como granitos.

Además, puede que reaccione de una manera exacerbada frente a estímulos externos. Un ejemplo de ello es cuando la piel se enrojece solamente porque haya una temperatura elevada, o con una ligera actividad física, o incluso haya sensación de picor cuando aplicamos cosméticos que no deberían picar por el tipo de activos que contiene la fórmula.

¿Cómo debemos cuidar cada tipo de piel?

Una persona con la piel seca debe utilizar una rutina de productos domiciliarios adecuada para su tipología de piel. Todos los productos deben tener dicha indicación, desde el limpiador, sérums, cremas, mascarillas y hasta la protección solar. Deben contener activos tan conocidos como el ácido hialurónico, pero sin olvidarse de activos que aporten lípidos a la piel como el aceite de argán, por ejemplo.

En el caso de una piel deshidratada, se debe adecuar la rutina de productos domiciliarios al estado actual de la piel, pero teniendo presente el tipo de piel, ya que si aportamos mucho lípido a una piel deshidratada grasa podemos generar un aumento en la producción de sebo, que se ocluyan los poros e incluso se produzcan brotes acneicos.

La mejor opción siempre será acudir a un profesional que evalúe la piel y cree una pauta totalmente personalizada y que varíe según vayan evolucionando las necesidades de esa piel.

¿En qué edad es más común tener la piel seca y la piel deshidratada?

La piel seca, al ser una condición, puede aparecer en edades más tempranas y dependiendo del cuidado que se tenga, se puede ir intensificando con el paso del tiempo.

Una piel deshidratada, en cambio, puede aparecer de forma puntual en cualquier momento y a cualquier edad.

Si bien es cierto que, con el paso del tiempo, independientemente del tipo de piel, cada vez es más difícil mantener los niveles de hidratación natural y la función de barrera que ofrece la piel se ve disminuida, promoviendo que la piel esté de forma constante más seca.