ACNÉ

Ojo: estos alimentos provocan (o empeoran) los granos

Reducir el consumo de lácteos, azúcares y procesados, limitar los carbohidratos refinados y tener unos buenos hábitos de higiene pueden ayudarnos a reducir el acné, agravado ahora por el uso de mascarilla y conocido como ‘maskné’.

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Mientras que algunos alimentos mejoran el acné, hay otros cuyo consumo puede agravarlo e incluso cronificarlo, pese a que a menudo existen estudios científicos contradictorios al respecto. Muchas mujeres, algunas de las cuales probablemente no habían vuelto a tener acné desde la pubertad, han empezado a tener granitos a causa del uso repetido de la mascarilla, y las que ya tenían problemas de acné han visto, en muchos casos, como el cuadro se ha agravado. Llevar la mascarilla hace que se cree un ambiente húmedo y poco ventilado ideal en el rostro ideal para la proliferación de bacterias, que dan lugar a esos granitos que muchas lucimos últimamente tanto en la barbilla como en el labio superior. Pese a que poco podemos hacer respecto al uso de las mascarillas más que asegurarnos que estén siempre limpias –si las utilizamos de tela homologada– y de no reutilizarlas si las que empleamos son quirúrgicas, sí que podemos modificar algunos hábitos de higiene y limpieza, además de eliminar de la dieta algunos alimentos.

Ojo con los lácteos

Las amantes de la leche y derivados que no pueden vivir sin ellos deberían poner en marcha un plan para reducir su consumo si quieren que desaparezcan esos granitos incómodos. Diversos estudios han relacionado el consumo de lácteos con el acné, puesto que contienen sustancias que pueden favorecer la síntesis de andrógenos, que a su vez potencian la síntesis de sebo. Curiosamente, la leche desnatada y la semidesnatada provocan más acné que sus versiones enteras, puesto que los lácteos enteros contienen grasa que contribuye a disminuir el índice glucémico de los alimentos, cosa que mejora la salud de la dermis. Si estamos pasando una época con muchos granitos, lo mejor es sustituir la leche por bebidas vegetales y tomar porciones moderadas de queso y yogur, siempre enteros.

Nada de carbohidratos refinados

Arroz blanco, cereales refinados, harinas, licuados de frutas y otros alimentos con un índice glucémico alto son enemigos de nuestra piel, puesto que favorecen la aparición de acné. Esto se debe a que, al producirse un pico de insulina en sangre, esta puede favorecer la estimulación del folículo pilosebáceo. Por tanto, lo mejor es sustituir los carbohidratos refinados por su versión integral, que presenta hidratos de carbono de absorción lenta, que no provocan subidas de insulina y además son mucho más saciantes. De hecho, los cereales integrales deberían ser siempre la opción escogida frente a los refinados, pues son mucho más saludables y nos permiten controlar mejor el peso pese a tener las mismas calorías, pues nos sacian durante más tiempo y nos ayudan a matener bajo control los antojos.

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Ni una copa

El consumo de alcohol, al favorecer la síntesis de la testosterona tanto en hombres como en mujeres, puede dar lugar a un aumento de sebo, que obstruya los poros de la piel y de lugar a granos, puntos negros y espinillas. Hay estudios que apuntan, además, que el alcohol consumido puede eliminarse a través del sudor, lo que podría contribuir a agravar el acné.

¿Y el chocolate?

Un estudio publicado en el Journal of the American Academy of Dermatology señala que las dietas con una alta carga glucémica, como es el caso de la occidental, pueden desencadenar una mayor producción de sebo. La investigación apunta que una dieta que contenga al menos un 25% de proteína, en la que los hidratos de carbono provengan fundamentalmente de carbohidratos complejos como legumbres, cereales integrales y fruta, es la mejor manera de combatir el acné. De hecho, este es el motivo por el que tradicionalmente se asocia el consumo de chocolate con la aparición de granos, pese a que ningún estudio hasta la fecha ha logrado encontrar una correlación entre el consumo de cacao puro y la aparición de acné. Al parecer, esta podría deberse a que una buena parte de los chocolates que se comercializan contienen azúcar y leche, que podrían ser los causantes de los cuadros acneicos.

Los que sí

Como decíamos, consumir alimentos con una carga glucémica baja puede contribuir a mejorar el acné, así como incluir en la dieta ácidos grasos omega 3, presentes sobre todo en pescados azules, cuyas propiedades antiinflamatorias podrían actuar contra el acné. Lo mismo ocurre con los antioxidantes, presentes sobre todo en frutas, verduras y hortalizas, que también tienen propiedades antioxidantes que podrían –aunque no existen resultados concluyentes– actuar de forma beneficiosa contra la aparición de granitos.

Algunos hábitos a erradicar

Limpia siempre correctamente la piel antes de ir a dormir, así como por la mañana antes de aplicar la hidratante. Emplea algún tónico específico –cómpralo siempre en farmacia– que pueda ayudarte a reducir el sebo y, en la medida de lo posible, intenta no cubrir los granos con corrector o maquillaje, sobre todo si estás en casa. Procura quitarte la mascarilla algún rato, aunque sea en el balcón de casa, y poner los granitos al sol, pues este mejora su cicatrización. Tampoco es recomendable que revientes los granos de pus, puesto que no solo puede quedar una cicatriz, sino que liberarás las bacterias del grano que se podrán extender por otros puntos de la cara. Respecto a la depilación, lo mejor es que aplaces la del labio superior si en esos momentos tienes algún granito rebelde, puesto que podrías hacer una escabechina considerable y dar lugar a cicatrices de larga duración.