CONSEJO
Se suele asociar la llegada del otoño con una de las épocas donde más se nos suele caer el cabello, sin embargo, la caída del pelo puede deberse a diversos factores como por ejemplo la falta de un determinado mineral: el zinc.
Hay temporadas en las que irremediablemente sufrimos más caída de cabello, a veces son problemas hormonales, otras de estrés, a veces incluso estacionales por su propio ciclo vital. Aunque lo cierto es que la pérdida de pelo suele ser un buen chivato sobre la salud de tu cuerpo.
En ocasiones tener una pérdida más habitual de cabellos puede significar que tenemos déficit algún nutriente, concretamente déficit de zinc.
El zinc es el encargado de mantener el colágeno natural del pelo y hace que la fibra capilar crezca más rápida y más fuerte. Además, ayuda a prevenir la posible aparición de canas. Sin embargo, cuando este cae a niveles más bajos de lo que debería, nuestro pelo enseguida lo nota ya que empieza a debilitarse y caer con más frecuencia. También el sebo capilar deja de regular bien y podemos comenzar a notar que tenemos el pelo más graso o más seco de lo habitual incluso podemos notar también la aparición de caspa.
Para tener unos niveles óptimos de zinc, deberíamos consumir entre 8 y 10 miligramos diarios. Este está presente en muchos alimentos como pueden ser los huevos, los lácteos, la carne roja o las legumbres. Llevando una alimentación equilibrada no deberíamos tener niveles bajos de este mineral.