Conoce todos sus beneficios

La miel es el ingrediente de belleza que necesitas (y no lo sabías)

11 maneras en las que la miel puede mejorar tu rutina de belleza de la forma más dulce.

Elaborando mascarillasiStock

Hace ya mucho tiempo que la miel reclamó su trono como Abeja Reina del mundo de la belleza. ¿No te lo crees? Simplemente tienes que echar un vistazo a grandes droguerías, parafarmacias o tiendas de belleza para comprobar los múltiples usos de la miel en forma de mascarillas, champús, lociones, bálsamos labiales y mucho más.

La razón principal por la que la miel se usa en tantos productos de belleza es que tiene propiedades curativas naturales y resulta especialmente efectiva en la sanación de heridas. También puede fomentar la formación de colágeno, lo que la convierte en un excelente tratamiento antienvejecimiento.

Pero eso no es todo lo que la miel es capaz de hacer. También tiene propiedades naturales antisépticas, antibacterianas y antiinflamatorias. Sin embargo, esto no significa que un frasco de miel cualquiera vaya a solucionar mágicamente todos nuestros problemas de piel. La mejor miel para usar en belleza ha de ser pura y sin pasteurizar.

La de trigo sarraceno (una miel oscura hecha con el néctar de dicho pseudocereal) es de las más usadas debido a sus altos niveles de antioxidantes. Si no encuentras esta misma, opta por una miel oscura y pura: cuanto más opaca sea, mayor será la concentración de antioxidantes y mejor funcionará en tu rutina de belleza. Además, si puedes encontrar miel pura con una alta concentración de otros productos de abeja como la jalea real (lo mejor para aumentar el colágeno), propóleos (antiinflamatorios y antibacterianos, perfectos para tratar pieles con acné) o polen (que ayuda a drenar los capilares y suaviza las imperfecciones) conseguirás llevar tu rutina de belleza a un nivel superior.

Si tienes curiosidad por saber cómo la miel puede ayudarte a optimizar tu ratito en el tocador, toma nota de estas claves:

1. Mascarilla hidratante

Con sus efectos hidratantes y calmantes, la miel pura puede hidratar la piel, dejándola suave, radiante y brillante. Los azúcares de la miel actúan como humectantes naturales y emolientes que aumentan el contenido de agua y reducen la sequedad en la piel incluso después de lavada. Aplica la miel directamente sobre la piel y déjala actuar durante 20 minutos, luego enjuaga y masajea con agua.

2. Exfoliante suave

Como la miel pura se cristaliza con el tiempo, los pequeños gránulos actúan como un exfoliante suave. Empiezan a romperse cuando entran en contacto con el agua y el calor de la piel, lo que facilista el arrastre. Y como es antibacteriana, puedes usarla para tu lavado de cara diario. Calienta la miel en las manos frotándola entre los dedos, luego aplícala directamente sobre la piel con movimientos circulares. Déjala actuar durante unos minutos antes de masajearla con una toalla húmeda.

3. Mejora de cicatrices y estrías

Las propiedades antioxidantes de la miel nutren la piel dañada, ayudando en el proceso de cicatrización. Para un plus antiinflamatorio, presta especial atención a la miel con propóleos, que puede ayudar a atenuar el aspecto de las estrías y la decoloración de la piel. Masajea la miel directamente sobre el área afectada con un movimiento circular durante uno o dos minutos, luego enjuágala.

4. Curación de heridas

Las propiedades antisépticas naturales de la miel ayudan a prevenir infecciones y a proteger las heridas. Pueden reducir las cicatrices y hacer que el tiempo de curación sea más rápido. Los antioxidantes en la miel sirven como remedio natural para nutrir la piel dañada y devolverle su esplendor sin manchas. Aplica la miel pura directamente en el área afectada y déjala reposar durante uno o dos minutos.

5. Tratamiento de marcas de acné

La miel de alforfón es un gran remedio contra el acné. Es un antiinflamatorio natural que ayuda a reducir el enrojecimiento y la hinchazón de los granos, y sus propiedades antibacterianas pueden combatir las bacterias que causan el acné, especialmente si lleva propóleos. Aplica la miel sobre el brote de acné y limpia después de 10-15 minutos.

6. Efecto relajante

Prueba a tomar un baño de miel. Los poderes hidratantes de la miel pura te dejarán la piel suave como la seda y el contacto con el agua caliente te aportará un plus de relajación en todo el cuerpo.

Ingredientes para mascarilla de belleza | iStock

7. Crema hidratante para cutículas

Dado que la miel es un humectante natural, puede ayudarte a mantener la piel que de las cutículas hidratada y sin pelar. Prueba con miel con jalea real, pues reconstruye el colágeno de la piel. Frotándola directamente sobre las cutículas, este ingrediente le devolverá la vida a tus uñas y fortalecerá la piel que las rodea.

8. Acondicionador diario

La miel es también un acondicionador natural para el pelo porque es humectante, es decir, retiene y atrae la humedad, manteniendo tu cabello suave y saludable. La melena se verá más suave, nutrida y con vida si mezclas una cuarta parte de una taza de miel orgánica con suficiente agua fresca para diluirla y la aplicas al cabello húmedo durante unos minutos después de lavarte con el champú. Luego enjuágalo con agua tibia.

9. Bálsamo para los labios

Todo lo que hace que la miel sea una excelente crema hidratante para la piel también sirve para los labios agrietados. Estos beneficios hidratantes ,combinados con enzimas naturales, antioxidantes y minerales, funcionan especialmente bien para mantener los labios sanos.

10. Ayuda para dormir

Comer miel causa un aumento lento y constante de insulina, que se convierte en serotonina y melatonina, dos sustancias químicas que te ayudan a quedarte dormida. De ahí que tu abuela siempre te dijera lo del vasito de leche caliente con miel antes de meterte en la cama. Así que si te levantas en medio de la noche, recuerda que una cucharada de miel te ayudará a volver a dormirte, ya que contribuirá a almacenar el glucógeno en el hígado, algo que el cerebro necesita para ‘apagarse’ durante ocho horas.

11. Alivio de quemaduras

Las propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y restauradoras de la humedad de la miel pueden servir como calmantes para quemaduras o irritaciones solares. Además, su textura actúa como barrera contra cualquier infección, por lo que no es necesario cubrir la quemadura con una gasa después de aplicar la miel. Limpia la quemadura, frota unas gotas de miel en el área y deja reposar durante el tiempo que desees antes de enjuagar. Vuelve a aplicarla según consideres necesario.