RETOQUES ESTÉTICOS
A causa de la presión estética, Meghan Trainor decidió inyectarse bótox en la frente y en el labio superior, pero la experiencia no ha resultado tan satisfactoria como ella pensaba.
El bótox es uno de los retoques estéticos más conocidos y populares del mundo que permite reducir temporalmente las arrugas y las líneas de expresión de la cara. Es un procedimiento mínimamente invasivo que se realiza pinchando acetilcolina, un neurotransmisor que provoca una relajación temporal de los músculos, hecho que proporciona un aspecto más juvenil.
En general, inyectarse bótox es seguro, aunque no se descarta que a veces pueda comportar efectos secundarios como enrojecimiento, inflamación o hematomas en la zona donde se ha aplicado. Por eso, es esencial que el tratamiento se haga en centros especializados y con profesionales cualificados.
Otro de los inconvenientes del bótox es que puede hacer perder expresividad facial. Esto es lo que precisamente ha explicado Meghan Trainor en su pódcast Workin On It, que presenta junto a su hermano Ryan y su marido, Daryl Sabara.
"Para todas mis compañeras de 30 años", empieza Meghan su mensaje a las oyentes. "Tengo demasiado bótox y necesito ayuda, me equivoqué", acaba reconociendo. La cantante explica que "unas pocas veces" se ha puesto bótox en la frente y relleno en el labio superior porque alguien le dijo que así, por fin, tendría un bonito lip flip.
Convencida por ese argumento, se puso en manos de profesionales para hacer caso a esa persona, pero el resultado no ha sido el esperado. Afirma que lo que le habían dicho "no era verdad" y eso le ha provocado alguna dificultad. La principal es sonreír. "Me duele la cara al sonreír, incluso con intentarlo" y, tras hacer una demostración, comenta: "Esto es lo máximo que puedo sonreír".
Confiesa que no se siente feliz porque no puede sonreír y muestra una foto en la que está cogiendo en brazos a un cachorro de perro: "Aquí (en la foto) soy una persona feliz, estoy sosteniendo a un cachorro, pero no me veo feliz, parece que olí el pedo de alguien", se lamenta.
Su hermano Ryan le aconseja que tenga paciencia y "dejar que (el bótox) se desgaste". Además, él también aprovecha para compartir con todos su experiencia con el bótox. Cuenta que en su canal tiene que ser expresivo, pero "no podía mover la frente" y "me sentía cerrado". Y lanza un mensaje importante para rechazar la presión social con relación a la estética: "Prefiero estar arrugado y ser capaz de moverme".
Sin embargo, la cantante de All about that bass quiere someterse a una operación estética para sentirse mejor y más confiada en ella misma: quiere operarse los pechos para ponerse "un pequeño implante".
Dice que esta intervención es primordial, sobre todo, después de ser madre: "Los pechos de cuando fui madre estaban llenos de leche y ahora están vacíos; se hicieron grandes y después pequeños". Asegura que ha perdido peso y tiene el "pecho caído", y que este cambio le servirá para que le queden mejor los vestidos que usa para la gira y sus conciertos. "Lo que es realmente difícil es cuando me pruebo todos estos outfits increíbles. Tengo que usar los sujetadores que más apoyan y con estos no puedo estar cómoda, me aprietan los costados".
En el caso del aumento de pecho, explica que es algo que tiene pendiente desde los 16 años: "Esto no es algo nuevo, lo he querido toda mi vida".