DIENTES BLANCOS
Una de las mayores preocupaciones estéticas de la población es mantener el blanco de los dientes, y hay ciertos trucos para evitar que salgan manchas que estropeen nuestro esmalte.
Todos en mayor o menor medida nos preocupamos por nuestra apariencia; los cortes de pelo, la ropa que nos ponemos o si hemos cogido algún kilo de más son temas que tenemos en cuenta a la hora de cuidarnos. Pero uno de los más importantes, de los más visuales, son los dientes.
La sonrisa de una persona dice mucho de ella, y consecuentemente, es algo que se cuida mucho. Además de la posición de los dientes, cosa que se arregla con un aparato o unos brackets, lo que acapara mucha atención es el color. El blanco de los dientes es algo difícil de mantener y que se puede ver amenazado por muchos factores que pueden hacer que el esmalte de los dientes se debilite y amarillee. Agentes externos como el café, el té, el vino, el tabaco o el alcohol pueden hacer que salgan manchas.
Además, el consumo de bebidas edulcoradas o con gas también pueden amenazar al esmalte de los dientes, oscureciéndolo. Más alimentos dañinos para el esmalte pueden ser el vinagre, el limón y otros cítricos que provocan que el esmalte se dañe. También pueden alterar el color de los dientes algunos medicamentos. Para tratar de prevenir esto es enjuagarse la boca con agua después de tomar estos alimentos, reducir el consumo de alimentos muy ácidos y fomentar el de otros como la zanahoria, el apio o la manzana, que ayudan a eliminar la placa bacteriana de los dientes.
Por otro lado, es importante saber que los dientes no hay que lavarlos inmediatamente después de la ingesta, ya que se podría dañar el esmalte al estar aún debilitado por los alimentos ácidos, sino que se recomienda esperar alrededor de media hora. Otras recomendaciones son cepillarse en profundidad, sin llegar a hacerlo de forma agresiva, utilizar hilo dental, hacerse una limpieza bucal profesional una vez al año y no fumar.