RUTINA DE NOCHE
Muchas personas se preguntan si el agua micelar deja residuos en la piel. Por eso, existe la duda de si se debe lavar la cara después de su uso. En este artículo te explico si realmente es necesario.
El agua micelar es un producto dermofarmacéutico de uso frecuente para desmaquillar y realizar la limpieza de la piel. Su uso se remonta al año 1913, cuando las mujeres francesas comenzaron a emplearlo para la limpieza facial en la época en la que el agua del grifo no era accesible para toda la población. Sin embargo, fue a principio de los años 90 cuando se popularizó a través de una reconocida marca francesa de dermocosmética.
El agua micelar es un producto compuesto por agua tratada o purificada, que actúa como solvente, y micelas, un conjunto de moléculas de aceite con dos polos: un polo hidrófilo soluble en agua y un polo lipófilo, encargado de atrapar las materias grasas que son incompatibles con el agua. En ocasiones, el agua micelar puede contener otras sustancias con propiedades hidratantes, humectantes, antiinflamatorias o astringentes, lo que la convierte también en un tónico ideal por su ph fisiológico. Esta composición hace del agua micelar una solución idónea para el primer paso en la limpieza o para retirar el maquillaje.
No, en la mayoría de los casos. La piel de la cara es rica en glándulas sebáceas, y en un porcentaje alto de la población estas glándulas son muy activas, produciendo un exceso de sebo con una piel grasa, sobre todo en menores de 50 años y más notoria en climas húmedos. Además, durante el día vamos acumulando restos cutáneos, de la contaminación ambiental y sobre todo residuos de maquillaje y de la foto protección.
El agua micelar es una excelente opción para retirar el maquillaje y estos residuos por sus micelas que disuelven la grasa, sin embargo, en la mayoría de las personas es necesario realizar una doble limpieza, es decir, acto seguido de la limpieza con agua micelar realizar una limpieza con agua y un gel, syndet o gel limpiador facial adecuado para tu tipo de piel. Algunas pieles con tendencia a una piel seca o atópica podrían evitar el detergente después del agua micelar, pero yo suelo recomendar retirar las micelas del agua micelar con una suave limpieza con agua del grifo.
El agua micelar contiene tensioactivos o surfactantes, llamadas micelas, que son capaces de atrapar impurezas, suciedad y exceso de sebo insolubles en agua. Estos componentes suelen ser muy bien tolerados y respetables con la piel, por lo que suelen ser una buena opción incluso para pieles sensibles. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones el agua micelar no es suficiente para realizar una limpieza profunda en pieles grasas o expuestas al maquillaje o foto protección (sobre todo con color), necesitando realizar una doble limpieza con un gel limpiador adecuado. Así mismo, parece adecuado eliminar los residuos o micelas del agua micelar, que se unen a los restos grasos e impurezas, con un método físico de limpieza, bien sea con agua sola o con el gel limpiador adecuado.
Esto es especialmente importante en pieles con demodecidosis o rosácea, donde los residuos se acumulan junto al demodex y perpetúan la dermatosis, siendo una creencia popular errónea entre los afectos de esta patología que debe evitarse la limpieza de la cara o limitarse exclusivamente al uso de agua micelar.