¡Y presume de sonrisa!

Con estos trucos tus dientes lucirán más blancos

Es posible lucir sonrisaza sin necesidad de recurrir a los típicos tratamientos blanqueadores que, en ocasiones, dan a nuestros dientes un aspecto artificial, de manera que acaba siendo peor el remedio que la enfermedad. Está demostrado que el alcohol, el tabaco, el café o determinadas comidas afectan al color de los dientes, que con el paso de los años van perdiendo su blancura y adquiriendo un tono más amarillento.

Cepillándose los dientesiStock

No hay que olvidar que esto se debe también a factores genéticos, aunque siempre es posible conseguir un tono más blanco si sigues estos consejos:

Un buen cepillado

Sí, sabemos que parece una perogrullada, pero es fundamental cepillar los dientes y muelas a conciencia, durante un buen rato, después de cada comida. Asegúrate de utilizar el cepillo correcto (los que tienen las cerdas demasiado duras pueden resultar agresivos para el esmalte, y los que son demasiado blancos pueden ser ineficaces), y realiza siempre movimientos circulares, pequeños, en lugar del clásico “barrido” horizontal que no retira bien los residuos. Empléate a fondo con las muelas y utiliza hilo dental y un cepillo interdental para eliminar por completo cualquier resto de comida.

Nada de remedios caseros

La clásica combinación de bicarbonato y zumo de limón lo único que hará es rayar y dañar el esmalte, que es el principal responsable de la buena salud de nuestros dientes. Si realmente el tono de nuestra dentadura es un problema, siempre es mejor consultar con un profesional que nos recomiende el tratamiento más adecuado.

Limpiezas dentales periódicas

Tu dentista será el que te diga con cuánta frecuencia debes hacerte una limpieza bucal, en función de la placa y el sarro que generes. Es fundamental que sigas sus consejos y mantengas siempre tu dentadura libre de sarro, que puede ser en buena parte responsable del mal aspecto de tus dientes.

Cuidado con las bebidas que erosionan el esmalte

Cítricos, vino, café y otras bebidas que contienen ácidos pueden erosionar el esmalte dental, de manera que es fundamental controlar su consumo y, sobre todo, esperar un rato a lavarnos los dientes después de haberlas consumido. Si has tomado alguna de ellas, es recomendable que aguardes al menos media hora antes del cepillado.

Dientes blancos | iStock

¡A la rica manzana!

No sustituye el cepillado, no nos confundamos, pero su consumo diario es más que recomendable en todos los aspectos. Las manzanas ayudan a regular el PH de la boca y tienen reconocidas propiedades bactericidas que contribuyen a eliminar las bacterias que provocan tanto caries como mal aliento y otras dolencias. Es ideal, pues, como postre, especialmente en esos días en los que no podremos lavarnos los dientes justo después de comer. La piña, el brócoli, la cebolla y los quesos (que estimulan la producción de saliva y forman una capa alrededor de los dientes que protege el esmalte) son otros alimentos recomendables para tener una buena salud dental y una sonrisa de traca.

Bebe mucha agua

Especialmente tras haber ingerido comidas de tonos oscuros susceptibles de manchar tus dientes, como remolacha, espinacas, frutos del bosque y, como decíamos, vinos (especialmente el tinto, pero también el blanco o el rosado) o café. No dudes en hacer enjuagues para asegurar su eficacia.

Sí al aceite de coco

Pero con moderación y sentido común. No hagas caso a esos trucos de la abuela que recomiendan elaborar pasta de dientes casera con aceite de coco y bicarbonato de sodio, que daña el esmalte. Una manera de usarlo es aplicarlo en tu hilo dental, a diario, echar apenas una gotita en la pasta de dientes, o adquirir un enjuague bucal a base de este ingrediente, que también debes usar con moderación.

¿Y si necesitas una férula?

Apretar los dientes desgasta el esmalte y puede afectar al color de nuestros dientes. Muchas personas lo hacen inconscientemente, durante la noche, y para evitar secuelas en la dentadura es fundamental hacerse con una férula a medida para utilizar mientras dormimos. Si es tu caso, consulta con tu dentista.

El aliento, siempre fresco

Es fundamental evitar el mal aliento, tanto por motivos obvios como porque si el aliento está fresco evitaremos que se seque la saliva y, por tanto, se acumulen bacterias. Ten siempre a mano caramelos de menta sin azúcar o un chicle sin azúcar refrescante.

Cuidado con los enjuagues bucales

Muchos de los que se comercializan contienen mucho alcohol, que puede dañar nuestros dientes a medio plazo, y en cualquier caso nunca debe ser un producto de uso diario. Basta con un buen cepillado tres veces al día, eficaz y concienzudo, acompañado de visitas regulares al dentista, para garantizar una correcta salud dental.