¡Seguro que te pasa!
No todas las cejas son iguales. Es cierto que algunas mujeres las tienen más perfiladas y, por tanto, fáciles de depilar, y que otras tienen una forma más complicada que es mejor dejar, al menos de vez en cuando, en manos de algún profesional que les dé forma adecuadamente.
La mayoría de mujeres nos depilamos las cejas y solemos hacerlo en casa, aunque en ocasiones cometemos errores que hacen que poco a poco vayan perdiendo su forma y adquieran un aspecto que no nos gusta. En este caso, tampoco ocurre nada, ya que la solución es volverlas a dejar crecer y, de alguna manera, empezar desde cero a darles forma, pese a que en ocasiones hay algunos pelos que ya nunca vuelven a salir. Para evitar esta situación desesperada de tener que dejarnos crecer las cejas al completo porque las hemos destrozado, deberíamos evitar todos estos errores:
No las depilas con suficiente luz
No solo tienes que depilarlas siempre en un lugar donde hay luz suficiente y ves tus cejas a la perfección, sino que también debes hacerte con un espejo de aumento si no ves demasiado bien de cerca. Cualquier pelo que no esté en su sitio puede arruinar unas cejas bonitas.
Las depilas demasiado
En cuestión de cejas, mejor quedarse corta que pasarse. En los últimos años, se llevan las cejas más bien pobladas, de manera que es recomendable depilarlas más bien poco. En realidad, la depilación debería limitarse a eliminar los pelos sobrantes, realzar el arco, afinar la longitud o mejorar la forma, tratando siempre de no reducir el grosor.
Las arqueas demasiado
Cuidado con el arco. Es cierto que las cejas rectas, y hay muchas mujeres que las tienen así, no realzan y sofistican la mirada tanto como las arqueadas, pero también lo es que en ocasiones nos pasamos con el arco y solo logramos una forma artificial y poco favorecedora.
Utilizas pinzas de mala calidad
Hay un secreto que no suele fallar a la hora de adquirir pinzas de depilar: cómprate las más caras. A menudo las de baja calidad no solo no enganchan bien el vello, lo que puede ocasionar que acabes quitando sin querer dos o tres pelos de golpe y arruinando tus cejas, sino que lo extraen con muchas dificultades, de manera que se te puede acabar irritando la zona.
Usas geles y perfiladores
Suelen ser antinaturales y afear la imagen de las cejas en lugar de mejorarla. Hay que ser muy cautas con ellos si no queremos ir por la vida con un look absolutamente artificial.
Te las recortas
Cuidado con pasar las tijeras por los pelos de las cejas, pues solo conseguirás que acaben saliéndote más largos e incluso que dejes sin querer algún claro que después será complicado recuperar.
Demasiado largas o demasiado cortas
Las cejas perfectas, que favorecen a todas las mujeres, deben empezar y acabar justo en el borde del ojo. No amplíes demasiado el entrecejo o las recortes demasiado por los bordes porque, aunque no lo creas, se te va a notar una barbaridad hasta que te vuelvan a crecer.
El entrecejo, en algunos casos mejor con cera
Los entrecejos muy poblados es mejor depilarlos siempre con cera, que poco a poco va debilitando el vello y suele ser más efectiva, dejando la piel suave y lisa. No olvides aplicar crema hidratante siempre que te lo depiles.
Depilas a contrapelo
Debes extraer siempre el vello en la dirección que nace, ya que de lo contrario corres el riesgo de que se te inflame el poro y acabes teniendo puntitos rojos en las cejas. Si no eres capaz de hacerlo tú sola, pide ayuda a alguien, pero sobre todo evita siempre depilar a contrapelo.
Te vas quitando pelitos sueltos
Craso error, y eso que todas lo hemos hecho alguna vez. Al ir retirando vello aislado cada día, lo único que conseguimos es que, poco a poco, las cejas acaben perdiendo la forma. Es preferible dejarlo crecer y depilarlas cada semana y media o dos semanas.
No las peinas
Debería ser un básico peinar siempre bien las cejas, y si fuese necesario, especialmente para aquellas mujeres que las tienen rebeldes, aplicar algún tipo de fijador para mantener la forma deseada.