MAQUILLAJE
Quizás te estés planteando empezar a usarlo pero te surgen dudas: ¿es aconsejable ahora en verano que sudamos más? ¿y vale para cualquier tipo de piel, incluso las más maduras?
Empecemos por el principio: el iluminador es un producto de maquillaje que contiene partículas iridiscentes que reflejan la luz. La clave, cuando lo aplicas, es hacerlo en las zonas de tu cara que más sobresalen porque son en esas en las que la luz incide de forma natural. ¿Cuáles son esas zonas? El hueso de la ceja, el tabique nasal, la parte alta del pómulo y el arco de cupido (se denomina así la parte de encima del labio superior). También hay quien se lo aplica en el lagrimal, en el centro de la frente y en la punta de la barbilla.
Bien, ya hemos visto la teoría, vayamos ahora con la práctica, ¿te conviene utilizar un iluminador tengas la edad que tengas? O, dicho de otra forma, ¿es recomendable para cualquier edad, también para pieles más maduras? “Se puede usar a cualquier edad. Las pieles maduras pierden brillo y jugosidad por lo que puede ser el aliado perfecto para devolver ese brillo a la piel. En las pieles jóvenes permite destacar los rasgos que más favorecen en el rostro y dan mucho juego a la hora de hacer maquillajes creativos”, explican los expertos de la firma de maquillaje Dapop.
Y, ahora que llega el verano y nuestra piel suda más, ¿no hará un iluminador que tengamos más brillos, acentuando así la imagen de piel húmeda, como si estuviera sudada? “En verano el rostro suele estar más bronceado por lo que omitimos la base de maquillaje que a su vez, es el producto que más brillos por sudor provoca. En lugar de esta base podemos aplicar polvos compactos traslucidos o polvos bronceadores, después sellarlos con unos polvos matificantes o un spray y aplicar el iluminador donde queremos que se proyecte la luz y no donde naturalmente se produce transpiración en el rostro”, aconsejan.
Y, ¿en qué debes fijarte a la hora de escogerlo? “Existen diferentes tonalidades, según el tono de la piel. En cuanto a formatos, recomendamos el polvo frente al líquido porque es más fácil de aplicar y se puede controlar mucho mejor la saturación. Como ocurre con el maquillaje, debes escoger el que más se acerque a tu tono de piel, pero no es un producto que quede mal si no es tu tono 100% ya que se adaptan muy bien y quedan pigmentos muy versátiles y favorecedores”, explican.
Pasos para aplicarlo
Dependiendo del maquillaje que se busque, en un maquillaje diario primero aplicaremos una base o primer, más tarde los polvos matificantes/bronceadores y en último lugar el iluminador destacando las partes del rostro que se quieren potenciar. Para ello, hay que buscar donde la luz se proyecta en la cara por lo que, con una brocha adecuada -incluso con la yema de los dedos, podemos comenzar su aplicación en pómulos, arco interior de la ceja, nariz, barbilla y arco de cupido”, aclaran en Dapop. Y un último consejo: Nunca se aplicaría por todo el rostro de forma uniforme.