COSMÉTICA
Mantener una piel hidratada no basta con escoger una crema hidratante que se ajuste a nuestras necesidades.
Para mantener una piel hidratada y bonita no basta únicamente con escoger una crema hidratante que se ajuste a nuestras necesidades, sino que es fundamental adoptar algunos hábitos que nos ayudarán a mantener la hidratación. El primero es, por supuesto, beber suficiente agua, sin esperar necesariamente a tener sed para hacerlo.
Lo explica la nutricionista Paloma Quintana: "En general el color de la orina nos informará sobre si estamos bien hidratadas y, si vemos que es oscura y esto no se debe ni a la dieta ni a la medicación, lo más probable es que no estemos consumiendo suficiente agua". Si la coloración es normal, no debemos obsesionarnos con el clásico consejo de tomar dos litros diarios de agua, ya que esta cantidad depende muchísimo de los hábitos y características de cada persona.
"Hay alimentos que tienen grandes cantidades de agua, como frutas y verduras, además de cafés, sopas, cremas e infusiones, cuyo consumo ayudará a satisfacer nuestras necesidades diarias de agua", concluye Quintana.
Así pues, una vez estamos hidratadas por dentro es momento de hacerlo también por fuera. Es fundamental hidratar el rostro de forma regular, tanto por la mañana como por la noche, siempre sobre la piel limpia y seca y, si es necesario, completar esta hidratación con el uso periódico de mascarillas hidratantes, exfoliantes para preparar la piel y otros productos específicos. A la hora de escoger la crema, debemos plantearnos una serie de cuestiones, y, si no estamos seguras de saber responderlas, siempre es necesario consultar antes con un profesional para que nos pueda guiar en el camino hasta lograr la crema hidratante ideal para nosotras.
¿Con o sin fotoprotector?
Solo hay una respuesta: con. Es fundamental proteger la piel del rostro durante todo el año, también en invierno, también en días nublados. "Hay que aplicar fotoprotector todos los días del año como parte de la rutina de belleza, incluso si no tenemos pensado exponernos al sol", explica Silvia Alonso Sotorrío, farmacéutica y vocal de Dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Tenerife.
El uso del factor de protección solar (SPF) adecuado nos ayudará a prevenir no solo la deshidratación, sino la aparición de manchas y arrugas, además de cáncer y quemaduras profundas. Así pues, solo nos queda elegir en qué formato aplicar el fotoprotector: podemos optar por hacernos con una crema que lo lleve ya incorporado o por aplicarlo después de nuestra hidratante habitual. Hay algunos que tienen un poco de color, de manera que nos permiten sustituir el maquillaje.
¿Cuál es mi tipo de piel?
Es importante escoger una crema adecuada a cada tipo de piel (grasa, seca o mixta), algo que, en realidad, no es tan complicado, puesto que nuestra propia dermis nos dice a gritos qué productos le sientan mejor. Es probable que si nuestra piel es seca y nos estamos aplicando una crema que no sea adecuada se nos reseque todavía más y aparezcan rojeces y deshidratación, del mismo modo que las personas con piel grasa rechacen las cremas oleosas y densas, que pueden dar lugar a la aparición de granitos. Las pieles delicadas (psoriasis, rosácea, acné, alergias...) deben ponerse en manos de un personal de la dermatología que seleccione la mejor opción para cada caso.
¿Necesito un despigmentante?
Es importante analizar cuáles son las características de nuestro rostro para seleccionar la crema hidratante que contenga los compuestos específicos adecuados a cada caso. Si tenemos las llamadas manchas melánicas, que se producen por un exceso de melanina y son frecuentes tras el verano, "se puede emplear algún producto despigmentante específico, que si bien suelen ser bastante efectivos sus resultados se notan a medio plazo, a partir de los tres meses aproximadamente", explica Alonso Sotorrío. En el caso de las manchas provocadas por el acné o por la edad, es mejor ponerse en manos de un profesional, ya que las cremas despigmentantes no resultan útiles.
¿Busco tener una piel más joven?
Otro compuesto de moda, cuyos resultados están avalados por la ciencia, es el retinol, un derivado de la vitamina A que encontramos incorporado en numerosas cremas. Ayuda a difuminar arrugas y marcas, unificar el tono y reafirmar la piel, confiriéndole un aspecto luminoso y vital. Según un estudio publicado en The Journal of the American Academy of Dermatology, el uso de isotretinoína (un tipo de retinoide) por vía tópica, dos veces al día durante 24 semanas, supuso una reducción significativa de las queratosis actínicas y lesiones faciales precancerosas.
El retinol no es, sin embargo, un producto que pueda usarse a la ligera, ya que puede tener efectos secundarios que harán que el remedio acabe siendo peor que la enfermedad. De hecho, es habitual que en las primeras semanas de tratamiento con retinol la piel se irrite y pierda luminosidad antes de empezar a mejorar, de modo que debemos aplicar el retinol siempre de forma muy controlada y, si puede ser, mejor quedándonos cortas que pasándonos.
En el mercado encontramos diferentes productos que presentan un porcentaje alto, medio o bajo de esta molécula, de modo que es mejor empezar a usarlo en cantidades pequeñas y nunca todos los días, sino apenas un par de días a la semana para ver cómo responde nuestra piel. Las personas que no lo toleran deben buscar otras soluciones como las cremas com ácido hialurónico, también muy efectivo e inocuo para la piel.
El bakuchiol, una buena alternativa
Quienes no toleran bien el retinol pero no quieren renunciar a beneficiarse de sus efectos pueden probar el bakuchiol, un compuesto de moda 100% vegetal y natural que procede de las semillas de la planta psoralea corylifolia y que está revolucionando el mundo de la cosmética. Según un estudio publicado por la Academia Británica de Dermatólogos, realizado con 44 participantes a las que se suministraba retinol y bakuchiol, ambos grupos vieron mejoras en la apariencia de la piel, la reducción de la hiperpigmentación y la minimización de arrugas, indistintamente del producto utilizado.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR...
Por qué la forma de aplicar la crema hidratante es más importante que el producto en sí