CUIDADO DEL CUTIS

Estas son las razones por las que deberías utilizar un cepillo facial

Ya es hora de incorporar a tu rutina diaria de belleza un cepillo de limpieza facial, que aporta numerosos beneficios para la piel del rostro.

Utilizando cepillo facialiStock

Los hay de diversos tipos, formas y colores, manuales y eléctricos, de plástico, de silicona, grandes o pequeños. Los cepillos son el nuevo must en cuidado facial, puesto que su uso regular repercute significativamente en el aspecto de la piel del rostro, que se ve más luminosa, más joven y elástica, además de muchísimo más tersa y homogénea. Bastan un par de minutos diarios, como máximo, en la rutina de limpieza de la noche, para que los efectos de estos sencillos cepillos empiecen a notarse, pues no solo estimularán la circulación de la piel, sino que eliminarán en profundidad células muertas e impurezas y limpiarán por completo los poros, de manera que cualquier tratamiento penetrará mejor.

Pueden ser manuales, más económicos, o eléctricos, entre los que encontramos un amplio abanico de precios. La ventaja de los manuales es que somos nosotras las que regulamos la presión del cepillo, mientras que los eléctricos marcan ellos mismos la presión y son más fáciles de usar y más cómodos. Es conveniente consultar los tipos de cepillo, pues los hay de diversos tamaños y formatos, con distintos tipos de cerdas en función de nuestro tipo de piel. También existen algunos modelos con cabezales de quita y pon, una opción interesante en función del tipo de limpieza que busquemos: podemos emplear un cabezal más suave entre semana y otro más duro una vez a la semana para una limpieza más en profundidad.

Su uso no puede ser más sencillo: basta con lavar el rostro con agua y, sin secarlo, aplicar el limpiador habitual adecuado a nuestro tipo de piel. A continuación, extender el producto con el cepillo durante un par de minutos haciendo movimientos circulares en todas las zonas del rostro y, por último, aplicar la crema hidratante de noche que empleemos habitualmente. Es importante recordar que no es necesario presionar, que los cepillos faciales son intransferibles y que solo pueden combinarse con limpiadores suaves, nunca con exfoliantes, y no se debe superar nunca el tiempo de uso de un par de minutos, como máximo, puesto que un exceso podría dañar la piel. Si lo usamos bien y en su justa medida, sus beneficios van a ser inmediatos. Estos son algunos de ellos.

Cepillo facial | iStock

Mejor circulación

El masaje de rostro diario que supone el cepillo va a mejorar la circulación y la irrigación sanguínea en el rostro, lo que se traducirá en un mejor aspecto, arrugas difuminadas y una piel más elástica, luminosa y bonita.

Mejor limpieza

La parte más importante de nuestra rutina de belleza diaria es, más allá de los productos que empleemos, una correcta limpieza. Debe hacerse de forma rigurosa cada noche, pues es la mejor garantía de eliminar los restos de polución y de maquillaje, si lo hubiese, y dejar la piel perfecta para absorber la crema o sérum que empleemos de noche. A menudo realizamos limpiezas superficiales, que no acaban de retirar toda la suciedad de los poros, bien porque no empleamos los productos adecuados (las toallitas, por muy cómodas que sean, no son efectivas a la hora de limpiar la piel) o porque no le dedicamos el tiempo suficiente. El cepillo facial es la solución ideal para una correcta limpieza en profundidad en menos de dos minutos: la piel quedará radiante, limpia y preparada para la noche. A la mañana siguiente bastará con lavar con agua fría, y si es necesario aplicar algún producto limpiador suave, la hidratante y, a continuación, el maquillaje.

Adiós a la grasa

Del mismo modo que los cepillos faciales acaban con las impurezas, también son efectivos para retirar la grasa de los poros, de manera que puede ser de gran ayuda para las pieles grasas y con acné. Tanto para este tipo de pieles como para aquellas más sensibles, una buena opción es apostar por un cepillo de silicona, ya que es mucho menos agresivo, puesto que esta evita que se acumulen bacterias, que pueden ser otro factor de irritación.

Mejor absorción de los productos

Los cepillos faciales prometen, poco a poco, contribuir a reducir el tamaño del poro, cosa que mejora el aspecto de la piel. Al dejarlo totalmente limpio y libre de impurezas, permiten que los productos que utilicemos penetren muchísimo mejor y, por lo tanto, multipliquen sus efectos.