CONSEJOS PARA LA PIEL
Todo en exceso es malo, incluso abusar de las cremas hidratantes puede llegar a hacer que nuestra piel sufra, haciendo que luego sea más complicado recuperarse.
En todos los supermercados hay decenas de marcas diferentes de cremas para cuidar la piel. Es un producto muy demandado y la variedad en la oferta hace que las haya de todos los tipos. Las hay para camuflar los signos de la edad, para protegernos del sol o para hidratarnos. Pero el uso excesivo de ellas puede acabar consiguiendo lo contrario de lo que se busca.
En concreto, las cremas hidratantes pueden terminar por deshidratar si se usa en exceso. Hay personas que, en la búsqueda de una piel perfecta, acaba terminando por cometer errores como este, que luego es difícil de enmendar. Y es que, a pesar de ser un producto para cuidar la piel, puede terminar dañándola.
Esta curiosa reacción sucede porque la piel tiene una cantidad determinada de agua, lípidos y colágeno entre otras cosas, y si se comienza a usar en exceso las cremas que tienen estos mismos elementos, el cuerpo terminará por dejar de producirlos. Por lo tanto, el mismo día que se deje de aplicar la crema, el cuerpo no los producirá y la piel se secará.
Este proceso hará que la piel de la cara, las manos o los pies, que son las zonas en las que más se usan estas cremas, se escamarán y se agrietarán. Además, como la piel funciona como una barrera protectora natural, al debilitarse, es más probable que aparezcan inflamaciones o infecciones.
Otra posibilidad es que se obstruyan los poros, por lo que también será más fácil que aparezca acné. No hay que entender esto como una señal para dejar de utilizar las cremas, sino como una recomendación para no abusar de estos productos que, en exceso, pueden llegar a ser perjudiciales.