CABELLO NUTRIDO
En la playa nos relajamos y disfrutamos del sol y el mar, pero la exposición solar y el contacto con el agua y la sal pueden dejar nuestro cabello reseco y dañado. Las mascarillas capilares se presentan como una solución efectiva para contrarrestar estos efectos y mantener un pelo saludable y radiante.
Las mascarillas capilares son productos diseñados específicamente para brindar una serie de beneficios excepcionales al cabello. Estas soluciones ofrecen un cuidado más profundo y efectivo que un acondicionador convencional, por ejemplo, por lo que se recomienda aplicarlas al menos una vez a la semana.
Por lo general, están elaboradas con ingredientes altamente hidratantes que penetran en las fibras capilares. Sin embargo, el resultado puede variar según el tipo de mascarilla que elijamos. Hay algunas pensadas para reparar daños y otras para nutrir el pelo, como es el caso de las mascarillas enriquecidas con vitaminas; además de las destinadas a aumentar la suavidad o a controlar el encrespamiento, entre otras.
Lo que sí podemos afirmar es que, en términos generales, la aplicación de estas soluciones revitaliza y embellece el aspecto general del cabello. Teniendo esto en cuenta, si las usamos para combatir los efectos perjudiciales de nuestras escapadas al mar -agua, sol y sal-, estaremos llevando a cabo una rutina muy beneficiosa. ¡Tu pelo te lo agradecerá! ¿Sabías que también puedes optar por aplicártela antes de ir a la playa?
El calor de la playa permite que el producto penetre con mayor eficacia en las hebras capilares, lo que disminuirá notablemente los efectos adversos y dejará un acabado maravilloso al pelo. Y no, no necesariamente te va a engrasar el cabello.
Es cierto que la textura de la mascarilla podría hacer que tu melena parezca un poco más grasosa, pero esto no significa que estés estimulando la producción de grasa. Para evitar dicho efecto, es esencial saber cómo tratar el producto. Es crucial aplicar la cantidad adecuada, además de elegir una mascarilla ligera y de baja consistencia oleosa, como las refrescantes o hidratantes. Las específicas para cabello apelmazado o encrespado también pueden ser una buena opción.
Si deseas llevar a cabo este tratamiento capilar mientras disfrutas del mar, es esencial que sigas los consejos mencionados con anterioridad, además de aplicar la mascarilla de manera uniforme, de medios a puntas, y evitar cuidadosamente las raíces. Lo más recomendable es aplicar el producto, recoger el cabello con un moño y cubrirlo con un pañuelo para maximizar la eficacia y evitar que las partículas que corren por el aire lo ensucien.
Para mantener un cabello saludable, es tan importante prepararlo antes de la exposición solar como tratarlo después. Antes de nada, péinalo muy bien y utiliza un protector capilar, productos en spray que crean una barrera de protección para evitar que el sol y las altas temperaturas lo dañen. Asegúrate de reaplicarlo durante tu tiempo al aire libre y conviértelo en un básico en tu rutina diaria.
Después de refrescarte en el mar, no lleves el pelo recogido durante mucho tiempo. Déjalo secar bien para evitar cualquier rastro de humedad y enjuágalo con agua dulce lo antes posible para eliminar la sal. En la ducha posterior, opta por champús suaves y no te olvides del acondicionador, para restaurar la suavidad de las puntas. Intenta evitar el agua caliente, lo mejor es una ducha fría refrescante para estabilizar la temperatura corporal y lograr que las cutículas se cierren y el cabello tenga más brillo. De la misma forma, no uses planchas, secadores y otros artilugios.
Finalmente, cepilla tu cabello con un peine de púas anchas para evitar daños y enredos. Hazlo también cuando salgas del mar. Y, por supuesto, ¡no olvides mantenerlo hidratado! Beber suficiente agua no solo beneficia tu salud general, sino también la apariencia de tu cabello. Eso sí, aunque el resultado te encante, no uses mascarilla cada día de playa, basta con hacerlo una vez por semana para mantener un equilibrio y prevenir el aumento de grasa.