¿POR QUÉ?
Tienes buena cara, has dormido mucho: una frase que solemos escuchar y que es cierta. ¿Es verdad que el sueño afecta a la guapura de uno? Te lo contamos.
Siempre hemos escuchado eso de que para estar guapa hay que descansar. Pero ¿de dónde viene esta teoría? Lo cierto es que los días que peor dormimos son los que peor cara tenemos, con ojeras, la piel sin brillo… Y tiene un motivo.
Durante el sueño profundo (que suele ser por la noche), nuestro cuerpo se encarga de llevar a cabo varios procesos de renovación y regeneración celular que consiguen que tengamos buena cara.
En concreto, mientras dormimos, la piel se recupera y produce más colágeno. Con esto consigue reparar daños, prevenir las arrugas de expresión y ayudar a que nuestra piel tenga un aspecto más fresco, firme y elástico.
Lo recomendable por los especialistas es dormir entre 6 y 8 horas diarias, no solo para vernos la piel bien, sino por nuestra salud en general. Y es que, además, el dormir bien y descansar también reduce la retención de líquidos en el rostro.
Por este motivo, cuanto más descansamos, menos ojeras tenemos y más evitamos la aparición de hinchazón.
Es por ello que, cuando hay falta de sueño, no se produce esta renovación y, por tanto, nuestro rostro sale perjudicado. Además, a largo plazo también notaremos esa falta de descanso en el envejecimiento cutáneo prematuro.
En resumen, para estar bella, hay que descansar y respetar las horas de sueño recomendadas.