Tu secreto de belleza
Lavarse la cara a diario durante un minuto completo es la base del ritual de belleza que ha revolucionado las redes.
Drama: no has nacido con una piel lisa, brillante y sin imperfecciones. Bienvenida a la realidad de 99,9% de la población. Tener el cutis de un bebé recién untado de aceite para bebés no es lo normal, por mucho que te lo parezca en las fotos de las famosas, pero hay un truco para mantener el acné a raya y presumir de un cutis luminoso: la regla de los 60 segundos.
Se trata de un método muy concreto para lavarte la cara durante 60 segundos completos (en lugar de tu habitual ‘quitarimmel’ de dos segundos y medio) que contribuye a mejorar tu piel de manera inmediata. Veamos de dónde surge esta idea y cómo ponerla en práctica.
La regla de los 60 segundos
Este sencillo método de limpieza proviene de Nayamka Roberts-Smith, de LABeautyologist, una esteticista que con frecuencia insiste a sus 43.000 seguidores de Twitter que se laven la cara durante 60 segundos seguidos para permitir que los ingredientes del limpiador penetren más firmemente en la piel.
"El maquillaje, la suciedad y el aceite son mucho más difíciles de quitar de la piel de lo que la mayoría de la gente cree", comenta Roberts-Smith en una entrevista para Cosmopolitan. "Tomarse 60 segundos no sólo hace que el limpiador tenga la oportunidad de descomponerse y se disuelvan los productos añadidos y la suciedad, sino que también hace que prestes atención a tu piel y a lo que está haciendo en ese momento, como recordar limpiar alrededor del óvalo facial, la nariz, debajo de la barbilla y cerca del cabello".
A estas alturas ya deberías saber que irse a la cama con el maquillaje puesto puede provocar sequedad, irritación e incluso brotes de acné, ya que puede reducir la barrera protectora de la piel con el tiempo. Por lo tanto, tomarse esos 58 segundos y medio adicionales en tu rutina de lavado cada día puede marcar una gran diferencia en tu piel.
Y aunque, por supuesto, esta técnica puede sonar bastante obvia y básica (porque es bastante obvia y básica), en realidad supone es un cambio de costumbres. Tanto es así que se ha ganado el hashtag #60secondrule y el más fiel seguimiento de los devotos que la practican. Hay quien asegura que este protocolo transformó su piel al cabo de un mes: no más brillos en la frente, una textura más suave, disminución significativa de las espinillas y una luz definitiva. Merece la pena probarlo, ¿no?
Vamos a ello
Si eres una firme creyente de la limpieza doble (es decir, primero usar un limpiador a base de aceite para quitar el maquillaje y la suciedad, y luego un limpiador suave para eliminar todos los residuos) deberías, según Roberts-Smith, emplear 60 segundos con cada producto. Si dos minutos seguidos de lavado de cara son demasiados intensos para tu piel sensible, prueba a reducir el tiempo a un minuto en total.
Usando solo las puntas de los dedos, masajea suavemente la cara con una nube de tu aceite de limpieza favorito durante 30 segundos (literalmente contando los segundos en tu cabeza), antes de enjuagar y pasar al limpiador humectante durante otros 30 segundos.
Lo más seguro es que esos 60 segundos te parezcan una eternidad, pero eso es bueno: quiere decir que estás tomando consciencia del momento presente y dedicando atención a lo que estás haciendo, asegurándote de que todas las grietas de tu rostro queden libres de maquillaje una vez termines de lavarte la cara.
Proponte seguir este mismo durante dos semanas para ver los resultados. Eso sí, expectativas realistas. Con la regla de los 60 segundos puedes tener una piel más suave, siempre y cuando uses el limpiador adecuado, y también más brillante, ya que estimularás la circulación. Pero no conseguirás aniquilar de todo el acné. No puedes lavar las hormonas, ni el ADN, y tampoco ninguno de los otros desencadenantes que originan los dichosos granos.
Puede que tu piel no se transforme radicalmente, pero no hay duda de que verás una diferencia positiva a nivel de matificación de poros, suavidad y aporte de luz. En aproximadamente un mes empezarás a notar la piel un poco más calmada, menos roja y más brillante. En cualquier caso, un truco tan sencillo y que implique limpieza no puede hacerte daño. Como mucho perderás 60 segundos de tu vida pero, qué demonios, ¡si va a costarte 0 euros!