¡ATENCIÓN!
No busques fórmulas mágicas para que te crezca el pelo en dos días. Sigue estos consejos que te contamos a continuación y, sobre todo, cuídate por dentro.
Uno de los deseos que solemos tener desde que somos pequeñitas es que nos crezca rápido el pelo. Y, en muchas ocasiones, parece que esto nunca sucede. Los últimos meses, se ha hecho viral el concepto de pelo en pausa, término que se utiliza para denominar a esos cabellos que no crecen más de una medida estándar, que suele ser por debajo de los hombros.
Pero hay trucos para acelerar el crecimiento del pelo y, sobre todo, para cuidarlo. Y es que, lo más importante es estimularlo e hidratarlo, mantenerlo sano. Uno de los consejos principales es el de masajear y exfoliar el cuero cabelludo.
Aunque parezca una tontería, hacer esto de forma regular ayudará a mejorar la circulación, eliminar las células muertas y hacer que tu cabello crezca rápido y sano.
Y sí, es un mito lo de no cortarte el pelo. Es necesario sanear las puntas para evitar que estas se partan. De nada sirve tener un pelo larguísimo, pero estropeado. Es por ello que es recomendable cortarlo cada cierto tiempo, dicen que entre la luna nueva y la luna llena.
Sabemos que, en muchas ocasiones, es inevitable usar la plancha, el secador, el rizador o cualquier aparato de calor que module el pelo. Y no te decimos que los retires por completo de tu vida, sino que reduzcas su uso. Pues aplicar excesivamente calor en el pelo puede dañarlo.
Y por último, pero no menos importante, es necesario cuidar el momento del lavado. Para ello, hay que utilizar los productos adecuados para tu tipo de pelo y, sobre todo, evitar los que contengan sulfatos o parabenos.
Después del champú, es importante usar acondicionador, pues es clave para restaurar el cabello y ayuda a mantener la fibra capilar fuerte y saludable. Las mascarillas y los aceites naturales también son grandes aliados de la hidratación y nutrición.
Tras esto, es importante aclararlo (el agua fría o temblada siempre es mejor que caliente) y asegurarte de que no queda ni un residuo. Importante, evita lavarte el cabello demasiado, ya que aunque es esencial para eliminar suciedad, un uso excesivo puede quitar los aceites naturales que mantienen tu cabello suave y saludable. Por último, cepilla el cabello y desenrédalo suavemente para evitar roturas o tirones a causa de los enredones.
Y más allá del cuidado exterior, hay que cuidar el interior. Controla el estrés y mantén una buena alimentación rica en nutrientes esenciales, como vitaminas A, B, C, hierro, biotina y Omega 3.