Limpísimos
Si algo nos ha enseñado esta pandemia es que la limpieza es sumamente importante.
Nos lavamos las manos tres o cuatro veces al día y desinfectamos las superficies más que nunca. Hasta rociamos con lejía los productos del súper. Pero, ¿qué pasa con los utensilios de belleza que usamos habitualmente? Según los expertos, todavía no está claro durante cuánto tiempo permanece la Covid-19 activa fuera del cuerpo. Las investigaciones actuales muestran que el virus sobrevive unas cuantas horas en algunas superficies, y hasta varios días en otras. Depende del material, la temperatura y la humedad.
En cualquier caso, nos recomiendan limpiar y desinfectar regularmente todas las superficies de alto contacto, y si tenemos en cuenta que podemos llegar a usar entre 10 y 15 productos de belleza al día, está claro que nuestras brochas y utensilios de maquillaje tienen que estar ahora más limpias y desinfectadas que nunca. Y, por supuesto, está prohibido compartir.
Si bien esto es algo que ya deberíamos hacer de manera habitual, independientemente de que haya una pandemia asolando el planeta, no está de más ponerle estos días un poco de cuidado extra a la desinfección. Los productos de belleza pueden ser portadores de patógenos que incluyen bacterias, virus, levaduras y hongos, explican los dermatólogos. Una higiene inadecuada de estas herramientas podría provocarnos irritaciones, erupciones cutáneas e infecciones.
Así que, aunque no sepamos con certeza si el coronavirus puede sobrevivir en nuestras brochas, cepillos, pinceles o cremas, sí sabemos que muchos otros patógenos lo consiguen. Aquí tienes los consejos de los expertos para limpiar y desinfectar tus utensilios de belleza durante la cuarentena.
Brochas, pinceles y todo lo que toque la piel
Las herramientas para el cuidado de la piel que regularmente entran en contacto con la cara deben limpiarse diariamente. Ahora de verdad. Las cerdas de brochas y pinceles pueden albergar maquillaje, suciedad, células muertas de la piel y gérmenes, todo lo cual puede transferirse nuevamente a la piel.
Enjuaga la cabeza de brochas y pinceles con agua tibia y jabón suave (puede ser un poco de lavaplatos) después de cada uso, agita las cerdas y pasa los dedos entre ellas, masajeando bien hasta que se elimine por completo la suciedad. Elimina cualquier resto de jabón y deja que se aireen y se sequen completamente antes de volver a usarlos. Las superficies húmedas acumulan más bacterias.
Dependiendo del frío o la humedad del ambiente, las brochas pueden tardar de 1 a 3 días en secarse bien. No utilices secador u otras fuentes de calor. Tampoco suavizantes, lo único que conseguirías es apelmazar y estropear el pelo.
Intenta mantenerlas fuera de lugares muy húmedos como el baño y protégelas del polvo ambiental, en un neceser o cajón. Y para una mayor desinfección, cada dos semanas sumerge todos los cepillos en alcohol para garantizar que se elimina profundamente cualquier tipo de acumulación bacteriana, y reemplázalos cada tres meses.
“Siempre es mejor lavar las brochas a mano y boca abajo en la dirección del pelo, preferiblemente con jabón neutro y agua templada realizando movimientos circulares en la mano o en una plantilla de silicona”, recomienda Eva Raya, cosmetóloga y co-creadora de Alice in Beautyland. “Después hay que aclarar, retirar el exceso de humedad con una toalla o papel absorbente sin frotar y dejarlas secar al aire libre en posición horizontal, colocando las cerdas al aire en el canto de algún mueble. Para que duren más tiempo en perfectas condiciones, evita que el agua entre dentro del mango, ya que puede alterar el pelo y el pegamento”.
Si las ves muy sucias y buscas un extra de desinfección, añade alcohol a la rutina. “Si las vas a limpiar después de mucho tiempo, sumerge las brochas en una solución de ¼ de alcohol de 96º en ¾ de agua. Verás cómo se tiñe de producto. Después, retira el exceso con un poco de papel de cocina y déjalas secar al aire”, aconseja Raya. “Si lo que quieres es desinfectar una brocha ya limpia, llena un spray con alcohol y rocíalo directamente sobre tu herramienta de maquillaje”.
Botellas y frascos
Tampoco olvides estos días limpiar los envases de cualquier producto que estés usando. Sobre todo si sales a la calle. Para ello puedes usar una de esas toallitas limpiadoras antisépticas que se venden en parafarmacias. Si eres la única persona que usa los productos y los aplica con las manos limpias, con hacerlo una vez por semana es suficiente. Cualquier producto que se comparta en tu hogar, como el gel de baño o la leche corporal, debería limpiarse con más frecuencia estos días.
Otros productos
Para limpiar todos esos otros productos que guardas en tu bolsa de maquillaje, incluidos los polvos prensados y las cremas, es recomendable usar entre usos un spray desinfectante. Uno antibacteriano te ayudará a matar y detener definitivamente la aparición de bacterias. Si no encuentras un spray de estas características, puede fabricarte uno casero. Mezcla nueve partes de alcohol con una de agua. Y asegúrate de rociar los productos desde una distancia de 20 o 30 cm, aproximadamente, ya que demasiado alcohol puede secar y alterar las fórmulas.
Por último, aprovecha el confinamiento para también lavar la bolsa de maquillaje.