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¿Uñas amarillentas? Así de fácil conseguirás que vuelvan a su color sin necesidad de frotar

Por mucho que nos guste llevar las uñas perfectas, pueden pasar por etapas en las que no están en su mejor momento. Puede que se vuelvan quebradizas, o que adquieran un tono amarillento. Esto puede ser efecto de pasar demasiado tiempo con esmalte, pero puede solucionarse.

Desde hace tiempo, hacerse las uñas se ha convertido en un imprescindible en nuestra rutina mensual de belleza. Unas manos bien cuidadas y con un toque de color siempre te alegran el día.

Sin embargo, a pesar de que llevar las uñas perfectas es ya un estilo de vida, estas pasan por etapas en las que están más débiles, con color amarillento o que se rompen con facilidad. Es decir, hay momentos en los que llevarlas a punto no es tarea fácil.

Lo más normal -y lo que solemos escuchar- es que se vuelvan quebradizas, pero también pueden adquirir un tono amarillento del que muy pocas personas hablan. Esto puede deberse al esmalte, en concreto al pasar demasiado tiempo con las uñas pintadas.

Pero tiene fácil solución. Solo son necesarios dos ingredientes que se encuentran en todos los supermercados y, por supuesto, en cualquier hogar: limón y bicarbonato. Y la mezcla de ambos hará sola la magia.

Uñas con color amarillento | iStock

Primero hay que exprimir medio limón y mezclar el zumo conseguido con una cucharada de bicarbonato. El resultado tiene que ser una pasta que se podrá remover cuando la reacción termine.

Una vez conseguida esta mezcla, hay que proceder a su aplicación. Para ello, lo más recomendable es utilizar un cepillo de dientes. Atención: NO HAY QUE FROTAR, pues solo conseguiremos dañar la uña.

Tan solo hace faltar poner la pasta encima de la uña y dejar actuar durante unos minutos. Después, hay que proceder a retirar la mezcla con agua tibia.

Uñas pintadas | iStock

Si las uñas están muy dañadas, muy débiles hasta tal punto de causar cierto dolor o molesta, lo mejor es optar por otro remedio, ya que esta mezcla de limón puede resultar muy ácida. En este caso, hay otras opciones como los esmaltes blanqueadores.

Este tipo de esmaltes consiguen cambiar el tono y fortalecer la uña. Un consejo extra es usar base protectora antes de aplicar de nuevo el pintauñas, así conseguirás que el producto no tenga tanto impacto en la cutícula. De esta forma, los químicos no penetrarán y no debilitarán la uña, como tampoco cambiarán su color a ese tono amarillento.