NUEVOS TRATAMIENTOS
Existen varios tipos de alopecia con diferencias en la evolución clínica y en el tratamiento, veamos en este artículo los más frecuentes en el campo de la dermatología estética.
La alopecia o pérdida de la densidad y volumen capilar es uno de los motivos de consulta que más afectan la calidad de vida de los pacientes. Ver que el cabello cae en abundancia o que se notan zonas claras o con escaso pelo en el cuero cabelludo puede ser realmente preocupante sobre todo en las mujeres.
Suele recuperarse la densidad capilar de forma espontánea sin necesidad de tratamiento, sin embargo, puede ser útil el empleo de estimulantes del crecimiento capilar y suplementos orales que fomenten el bienestar capilar.
Puede afectar el cuero cabelludo, la barba o las cejas de forma localizada o puede evolucionar a estadios más severos como la alopecia areata universal o total.
El tratamiento depende del subtipo y de la evolución, pudiendo variar desde la abstención terapéutica y recuperación espontánea a el empleo de corticoides tópicos u orales, entre otros.
El tratamiento se basa en estimuladores del crecimiento capilar/vasodilatadores como el minoxidil y fármacos que bloqueen el efecto de los andrógenos en la caída del cabello, estos pueden emplearse vía oral o con pequeñas punciones intradérmicas. En casos más avanzados el tratamiento indicado es el transplante capliar.
En este tipo de alopecia el diagnóstico precoz tiene un papel fundamental en el pronóstico, ya que en etapas avanzadas las zonas alopécicas desarrollan una alopecia cicatrizal irreversible. El tratamiento se basa en antiinflamatorios (corticoides) e inmunomoduladores tópicos y estimulantes del crecimiento capilar.
Es fundamental el papel del dermatólogo en el diagnóstico y tratamiento de la alopecia, ya que es el especialista que mejor conoce la patología y el bienestar capilar y podrá ofrecerte los tratamientos con mayor eficacia para potenciar los resultados como las infiltraciones capilares u otras técnicas en la consulta.