Robos
La joven cuenta en su perfil de TikTok cómo le robaron el abrigo durante una noche de marcha, un sábado en Santiago de Compostela.
"El otro día fui víctima del robo más surrealista de la historia", así arranca la rocambolesca crónica de un hurto al más puro estilo Danny Leiner, narrada por la propia víctima en su perfil de TikTok (@emmaestevezz).
"Mi ladrona debía estar en prácticas", continúa Emma Estévez que tras lanzar este atractivo titular se sumerge en el grueso del enredo sin dejarse ningún detalle. Durante una noche de marcha, un sábado en Santiago de Compostela, ella y sus amigos entraron en uno de los locales más conocidos de la movida compostelana. Una vez en el Blaster, sin ropero a la vista, el grupo dejó sus enseres en una zona común. Emma perdió su abrigo de vista un momento y empezó a buscarlo.
"Me fui a un extremo pensando haberlo encontrado, vi un abrigo negro, pero no era el mío. Lo dejé junto a una chica y le pedí perdón, y para mi sorpresa ella me dijo: 'Estabas buscando el tuyo, ¿verdad? Lo tengo yo'".
Emma todavía no había digerido la primera revelación cuando llegó la explicación de su nueva acompañante: "Es que verás tía, como robaron el mío, robé el tuyo, tú habrías hecho lo mismo". Un plan sin fisuras y un entremés que no había hecho más que empezar.
Emma respiró, e intentó contener su enfado para recuperar su abrigo robado, y explicó a su ratera con suma diplomacia que en su interior había maquillaje que deseaba recuperar. Bingo. "¡Chicas, el maquillaje!", escucha Emma mientras contempla ojiplática como la ladrona pidió a sus amigas que sacasen de sus bolsos el maquillaje sustraído.
"Faltan cosas", apuntó Emma. "Va María ¡dale el gloss!", conminó la líder de las amigas de lo ajeno.
"Haciendo recuento", continúa Emma, "me doy cuenta de que falta también un eyeliner. Buscan en el bolso y miran, pero no estaba. Yo, de tonta, les digo: 'Igual os lo olvidasteis en el bolsillo del abrigo'", a lo que ellas respondieron que sí, que seguramente se lo habían dejado ahí y que no se preocupara.
"En cinco minutos viene tu abrigo", le trasladaron a Emma las 'becarias de La Casa de Papel'. "¿Cómo que en cinco minutos?¿Dónde está mi abrigo?" Y como si de un secuestro se tratase, "Viene un hombre que no sé quién es y me dice: '¿Eres la del abrigo?' Toma aquí está".
En un corto lapso de tiempo Emma recuperó el abrigo sin pagar rescate. O eso creía. "Pasó la noche. Había pedido un bocadillo de tortilla para cenar y había dejado la mitad en el abrigo para comerme algo a última hora. A las cinco me rasqué el bolsillo…y no estaba la mitad del bocata. ¡Me robaron el bocata de tortilla! ¡Lo recuperé todo menos el bocata de las cinco de la mañana!"
Moraleja de Emma: "Si alguna vez os roban, lucid cara de desesperación porque igual os ve el ladrón, le dais pena y os hace una devolución". Con su empatía y sentido del humor, Emma no solo ha conseguido hacerse viral, ha despertado el interés por la marca del abrigo. ¿Qué más podría caber?
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