Pedida de mano
Ricardo ha pedido matrimonio a su novia Zuleima a bordo de un avión que partió desde Gran Canaria destino Vigo. "Fue de película".
Tal y como cantan Bisbal y Chenoa en la canción de Bella y Bestia que suena de fondo, Richard, el joven canario que le pidió matrimonio a su pareja, Zuleima, en un avión de la compañía Binter, esperó a que se oyera "la canción, que hace suspirar y habla al corazón(…)".
Fue entonces, cuando le pidió a su "compañera de viaje en la vida" que cogiera a su hija en brazos y se dirigiera, junto a él, a la parte delantera de la nave. Allí, mientras les embargaba una "sensación grande como el mar" que separa Gran Canaria de Vigo, sacó un papel con el que se apoyó para declararle a Zuleima su amor. Richard le agradeció a la madre de su hija por hacerle el "hombre más feliz del mundo" para posteriormente "hacerle una pregunta muy especial"…
Zuleima, con la niña en brazos, "temblaba de emoción", tanto es así, que las lágrimas de felicidad corrían por sus mejillas, mientras se preparaba para escuchar la petición de su novio.
Y en ese momento, bajo la mirada atónita de todos los presentes en el aeroplano, descendió posando su rodilla izquierda y le pidió que se casara con él. Inmediatamente la joven canaria afirmó rotundamente. Un pacto de amor que quedó sellado con tres besos entre los dos y con el aplauso y la alegría de todos los demás pasajeros y tripulantes.
El resto del cuento, terminó con la feliz pareja comprometida, comiendo fresas y bebiendo champán y tomando una instantánea, una vez el avión aterrizó en tierras gallegas, en la cabina.
Antena 3 Noticias ha contactado con la feliz pareja, que siguen de vacaciones familiares en Galicia. Ricardo nos cuenta que su familia es de allí, pero que él "es más canario que el gofio". Su madre se mudó al archipiélago y él nació aquí. Ambos llevan 8 años de relación y tienen en común una niña de apenas 1 añito.
El joven canario nos cuenta, que durante todo ese tiempo de noviazgo, "ella siempre estaba diciéndome que le tenía que pedir matrimonio y yo le respondía que era ella quien me lo tenía que pedir a mi".
La idea original era la de hacer la pedida en las Islas Cíes, en Vigo. Iba a aprovechar el viaje que tenían pendiente y que la pandemia y la crisis no le habían permitido disfrutar, para que el padre de Ricardo conociera a su nieta. Sin embargo, Richard pensó: "no quiero que tenga escapatoria, así no me puede decir que no".
Lo planeó con tiempo con la tripulación de Binter, a quien agradece muchísimo toda la colaboración y ayuda que le prestaron. "Llevaba dos meses con nervios, primero mirando el anillo –que nos explica tiene tres piedras, simbolizando pasado, presente y futuro. La del medio, la más grande, es la que representa el presente- luego redactando el texto con lo que le iba a decir y por último, -nos cuenta- que escogí la música. Le dediqué la canción de la película de la Bella y la Bestia porque Bella es su princesa preferida y ella hizo el musical de este cuento", relata. Ya en Galicia, "hemos alquilado ya las motos de agua para ir a las Islas Cíes, eso sí, ya ella va con el anillo puesto".
Zuleima nos cuenta que también estaba nerviosa, pero no porque se imaginara nada, sino porque era la primera vez que montaba en avión y tenía a cargo a su hija. Pese a todo, se subió en la aeronave y se acomodó. "Lo que menos pensé fue que él iba a hacer eso. Justo antes de pedírmelo, la azafata le insistió mucho en que sí teníamos hambre había aperitivos en la parte de delante. Que si queríamos teníamos que acercarnos a porque no quedaban en el carrito. Fue entonces cuando Ricardo me dijo: 'cari, voy delante un momento' y lo vi hablando con la azafata y pensé 'ya está dándole la chapa, pobres' –porque mi novio habla por los codos". Nos explica Zuleima entre risas.
Pero al volver de nuevo al asiento, ella le notó más nervioso de lo común. Pensó que sería porque hacía 8 años que no veía a su familia, pero de pronto comenzó una alocución del piloto y ella pensó que había pasado algo: "Buenas tardes. Por favor la señorita Zuleima y el señor Ricardo que pasen a la parte delantera del avión". Comenzó a sonar en ese momento la canción de La Bella y la Bestia. "Yo sólo pensaba, ya este hombre le dijo algo al piloto (porque como Zuleima le había dicho que quería ver los mandos del avión) y entonces cuando empezó a hablar y a leerme la carta delante de todo el avión mirando, pensé que qué vergüenza. Quería que la tierra me tragara".
Zuleima recuerda con precisión como Ricardo se arrodilló y le pidió matrimonio. "Fue súper bonito. En el vídeo –explica- no se escucha nada de lo que dice pues la música estaba súper alta, pero yo sí lo escuché. Me dijo que me pedía matrimonio en nuestro primer viaje juntos, con el mundo bajo nuestros pies. Y obviamente le dije que sí. El beso fue increíble de película".
Sobre la celebración de la ceremonia, ambos nos confirman que aún no hay fecha cerrada, “pero –bromean- será cuando Binter lo financie”- sentencia entre risas Ricardo.