EN ESTADOS UNIDOS
Brooke Eaton perdió a su hijo el pasado año tras ahogarse de forma accidental en una piscina. Un año después, su madre ha decidido viajar hasta un hospital de Minnesota en Estados Unidos para conocer a Lola, la niña que recibió el corazón de su hijo tras fallecer.
Cuando falleció su hijo, su madre decidió donar sus órganos a la organización Illinois Gift of Hope Organ and Tissue Donor Network con la esperanza de que se salvaran la vida de otros niños.
Ahora, un año después, no ha podido contener las lágrimas tras escuchar los latidos de la pequeña a través de un estetoscopio.
"Le encantaba dar a la gente, le encantaba jugar con otros niños, le encantaba compartir, darle algo a Lola y a otros niños es solo parte de quién era, parte de quién es, él todavía está con nosotros", explica Eaton en el vídeo.