Joven influencer
La madre de un niño de ocho años, que se ha convertido en una estrella de Instagram gracias a su pelo largo, ha lanzado una campaña para que permitan a su hijo asistir al colegio. La mujer se queja de que los colegios obliguen a los niños a cortarse el pelo.
Bonnie Miller, de Fulham (Londres), cuenta que dejó que su hijo Farouk James llevara su pelo afro-texturizado largo por razones culturales. Además, su cabello se ha convertido en una parte importante de su identidad. Pero el modelo infantil, que tiene más de 269.000 seguidores en Instagram, debe cortarse el pelo si quiere conseguir una plaza en una de las tres escuelas secundarias religiosas locales, que requieren cabello corto como parte de su uniforme.
La madre ha lanzado una petición en la que insta al gobierno que restrinja a las escuelas la aplicación de reglas "desactualizadas" sobre la longitud del pelo de los niños, ya que afirma que discriminan por motivos de género y raza. Esta iniciativa se produce después de que los maestros y los activistas advirtieron de que las escuelas están castigando injustamente a los estudiantes negros por sus peinados.
En una entrevista al diario británico The Independent, sobre las políticas en las escuelas que prohíben que los niños tengan el pelo largo, Bonnie Miller dijo: "Es un problema racial. Afecta a muchos niños de color más que a otras razas, que tienden a tener el pelo más largo. Es más una cosa cultural".
La madre critica que una de las escuelas en las que ha pedido plaza permite a las niñas llevar el pelo largo mientras que a los niños no. "¿Por qué puedes decir que un niño tiene que tener el pelo corto y a una niña se le permite tener el pelo largo? Eso viene bajo el paraguas del sexismo", señala.