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Randy Rush es un canadiense que ganó 50 millones de dólares (45 millones de euros) jugando a la Lotería. Lo supo tras encontrar varios billetes que no había revisado. Y aprovechó a revisarlos cuando se disponía a comprarle comida al gato.
"Hay algunas cosas en la vida que nunca se olvidan", recuerda Rush en declaraciones a 'The National Post'. En una máquina comprobó que era millonario. A partir de aquí decidió cambiar su vida.
Dejó su trabajo y se dedicó a satisfacer las necesidades de sus familiares y amigos. "Viajé a Uganda para ayudar a construir escuelas y me aseguré de que mi madre estuviera bien cuidada", explica.
También decidió ayudar a sus amigos Dave y Shirley Crawford; les compró una cabaña en la que podrían vivir sin pagar el alquiler. Pero el hijo de los Crawford le propuso una oferta de negocio.
Le explicó que estaba desarrollando una aplicación móvil. "Debido a que los Crawford eran personas que conocía y amaba, no investigué la situación como debería haberlo hecho. Había buena voluntad", explica.
Los gastos continuaban y Randy Rush no veía avances. "Estaba un poco mosqueado con la situación. Había un montón de gastos excesivos y Jeremy no hacía más que pedir más dinero", afirma.
Al final, decidió contratar a unos auditores, quienes le informaron de que Jeremy Crawford había malversado más de un millón de dólares. Rush decidió demandarle y ganó el juicio.