Meteorología
Este otoño se prevé que las temperaturas asciendan hasta 1,5 grados más de lo normal y bajen las precipitaciones, por lo que se vaticina que se prolongue la sequía que está desolando al país y a una gran cantidad de países de Europa. Además, se prevén vaguadas en la Península, especialmente en zonas del Mediterráneo, según informa el experto de Meteored, Samuel Biener. Se prevé, además, que haya más DANAS.
Según Biener, septiembre será un mes "más cálido de lo normal" en casi todo nuestro país, donde el verano seguirá yendo de la mano de las altas temperaturas, como en gran parte de la Península y Baleares, donde los registros podrán alcanzar entre 1 y 1,5 grados por encima de la media; y en el litoral norte, Pirineos y el extremo sur, podrán ser superiores a 0,5 grados o a 1 grado por encima de la media.
Pese a esta ligera subida de las temperaturas, se espera que se vayan normalizando a medida que vaya pasando el otoño. Durante el mes de octubre, las temperaturas estarán 1,5 grados de lo normal, pero en el mes de noviembre se adecuarán a las temperaturas de un otoño cualquiera. "No se apreciarán anomalías respecto al promedio de noviembre en casi ningún punto del país", explica el experto de Meteored.
En cuanto a las precipitaciones se refiere, Biener prevé que en septiembre se den "menos lluvias de lo normal" en zonas del sureste y noroeste peninsular, algo que no se dará en Cataluña, donde podría haber más humedad respecto a la media de esta época del año. Por otro lado, los meses de octubre y noviembre serán "más lluviosos de lo normal" en Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana y Murcia.
Gota fría
Según el experto, es probable que haya lluvias torrenciales en algún punto de la cuenca, pero asegura que, aunque el mar alcance temperaturas "muy elevadas", no tiene por qué producirse una gota fría, como en los años 1995, 2003, 2015 y 2021, donde no se produjeron pese a las altas temperaturas.
Asimismo, alega que es un "error" utilizar los términos de gota fría como sinónimos de lluvias torrenciales, ya que solo un pequeño porcentaje de ellas termina desembocando en precipitaciones extremas.