¿VIDEOJUEGOS PARA TODOS LOS PÚBLICOS?

Un informe revela la falta de control en el acceso de los menores a los videojuegos

Un estudio revela que los controles de acceso de los menores a cierto tipo de juegos de contenido violento o sexual no son suficientes.

La industria de los videojuegos movió el año pasado casi mil millones de euros sólo en nuestro país. En la mitad de las familias españolas hay menores que juegan con consolas, ordenadores o teléfonos móviles. Un estudio revela ahora que no son suficientes los controles de acceso de los menores a cierto tipo de juegos de contenido violento o sexual.

Los niños pueden traer a casa a través de los videojuegos a todo tipo de invitados, algunos poco recomendables. En las tiendas, mayores y pequeños pueden orientarse sobre lo que compran a través de códigos visibles, el denominado código PEGI. Pero cada vez son más los juegos a los que se accede online, y para éstos no hay calificación. Siete de cada diez padres ven en esta ausencia un peligro.

Desde algunos foros, se anima incluso a legislar más el acceso de los menores a los videojuegos. Un 32 por ciento de menores confiesa comprar y utilizar videojuegos no adecuados a su edad. Otra posible medida de supervisión es que los padres jueguen con sus hijos, ya que sólo el 29 por ciento lo hace.

A favor, un 67 por ciento de los padres, que cree que los videojuegos ayudan a que sus hijos fomenten su creatividad y habilidades. Además, gran parte de la industria desarrolla cada vez más juegos dirigidos a la infancia.

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