Neeraj Arora, Chief Business Officer de WhatsApp en 2014, se arrepiente de la venta de WhatsApp a Facebook, empresa que asegura que "devoraba datos de los usuarios y escupía dinero sucio".
Corría el año 2009, dos mentes prodigiosas, Jan Koum y Brian Acton, fundaron la que hoy en día es la aplicación de mensajería más popular del mundo: WhatsApp, una red social destinada a la mensajería instantánea que logró popularizarse en todo el mundo, hasta llegar a ser la aplicación con más usuarios del mundo. En aquel momento, Neeraj Arora, Chief Business Officer de WhatsApp, fue clave para realizar la venta millonaria de la aplicación de la que ahora se arrepiente.
Una venta de 22.000 millones de dólares
WhatsApp, al igual que Facebook, Instagram, Twitter o Snapchat fueron lanzadas compañías independientes, pero su gran potencial llamó la atención de algún que otro magnates tecnológicos ansiosos por concentrar y dominar el mercado. El más potente, Mark Zuckerberg, se propuso incluir en su lista de aplicaciones a WhatsApp, pero no lo logró.
Dos años más tarde, el CEO de Meta volvió a llamar por última vez a la puerta de Jan Koum y Brian Acton. Fue entonces cuando la aplicación de mensajería instantánea fue vendida a Facebook por 22.000 millones de dólares, una venta para la que Neeraj Arora fue imprescindible. Ahora, se mostró arrepentido de participar en aquella transacción: "Para las personas (como yo) con familia en varios países, WhatsApp era una forma de estar conectados, sin tener que pagar tarifas de SMS o llamadas de larga distancia", escribió.
Facebook no cumplió ninguno de los puntos acordados en la venta de WhatsApp
Arora explicó a través de un hilo de Twitter los motivos por los que se arrepentía de la compra, y es que, Meta no ha cumplido con ninguno de los requisitos que la empresa vendedora acordó. Según el hilo de Twitter de Arora, Facebook se comprometió a mantener el cifrado de extremo a extremo, no introducir anuncios, total independencia en las decisiones de productos, un asiento en la junta para Jan Koum y una oficina propia en Mountain View. Por su parte, WhatsApp pedía no extraer datos del usuario, no introducir publicidad ni permitir hacer un seguimiento por dispositivo y plataforma del usuario.Facebook aceptó las condiciones de WhatsApp, pero como era de esperar, Zuckerberg no cumplió su palabra e hizo todo lo que la app de mensajería le pidió que no hiciera.