Realidad aumentada
Vemos aún muy lejano escapar de las cuatro paredes que rodean nuestro sofá pero se pueden ampliar. Pónganse cómodos y no olviden el principal complemento de este viaje, unas gafas de realidad virtual. Ahora miren este mapa y elijan: Amsterdam, Praga o Washington.
Una nueva experiencia
La realidad virtual trata de abrirse camino desde hace varios años. Muchas aplicaciones móviles nos ofrecen: hacer submarinismo o escalar una montaña. Experiencias vacacionales que se echan de menos porque el 2020 fue el peor año en la historia del turismo: los viajes internacionales cayeron un 74%.
Y a estas alturas de pandemia del coronavirus vivimos una constante "etapa del soñador", así se llama a la etapa previa a un viaje. Para eso, esta tecnología de realidad virtual podría servir una vez que se abran las fronteras.
Nada como viajar
La experiencia en realidad virtual ayudaría a elegir si preferimos un verano en Brasil, en Marruecos o en Grecia, para después reservar. Aunque nada como volver a viajar y experimentar la relación con nuevas zonas del mundo.
Esta tecnología si ayudaría, por ejemplo, a visitar monumentos masificados sin necesidad de hacerlo fisicamente. El turismo masivo acaba dañando los monumentos que con el paso del tiempo se ven dañados. Una herramienta que ya usan gobiernos como el de Alemania para promocionar su patrimonio.