EL CONTENIDO SE ENVIABA CADA 72 HORAS
Espionaje a gran escala y muy silencioso. Eso es lo que ha conseguido un software instalado en 700 millones de móviles fabricados en China, algunos de ellos vendidos en España. Los propietarios desconocían que, cada 72 horas, el contenido de sus mensajes se autoenviaba al país asiático.
Son millones de datos personales que ahora han quedado al descubierto: listas de contactos, ubicaciones, mensajes de texto completos y números de teléfono. Toda esa información era recopilada y enviada de forma automática a varios servidores, con sede en China.
Todo apunta a que no se trata de un error, sino de un programa oculto dentro del sistema operativo creado por esta compañía y cuya única intención era espiar a los usuarios.
El escándalo ha sido destapado por una firma de seguridad informática, que asegura que todo se hacía sin el consentimiento de los dueños de los teléfonos.
El software estaría instalado en más de 700 millones de dispositivos de todo el mundo fabricados en China, en su mayoría de bajo coste, y que han tenido una gran acogida en España.