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El caso del futbolista del Manchester United, Ryan Giggs, es representativo de lo que puede pasar a partir de ahora con la privacidad de lo usuarios de Twitter en supuestos similares. El jugador había firmado un acuerdo con los medios de comunicación para que no salieran a la luz informaciones sobre sus relaciones extramatrimoniales. Sin embargo, alguien lo publicó en el site de microblogging.
Ahora los abogados de Giggs se han involucrado en una batalla legal para intentar identificar a los usuarios que emitieron los mensajes calumniosos en Twitter. La mayor dificultad estaba en hacer que la compañía, con sede en Estados Unidos, se adaptara a las normas inglesas. Por ello han presentado la demanda en el tribunal superior de California (donde la empresa tiene su sede), en el condado de San Mateo, acusando a “personas desconocidas”.
El resultado es que Twitter tiene que entregar los datos personales de sus usuarios a los abogados de Ryan Giggs. Éstos incluyen detalles de contacto, localización y direcciones de Internet de las personas que están detrás de cuatro cuentas. El tribunal superior de California emitió una orden al respecto en cuanto constató que los mensajes eran calumniosos, según informa The Telegraph.
La privacidad en Twitter se pliega ante la ley
El fallo del tribunal superior de California podría sentar un precedente decisivo en casos de este tipo donde forcejean la libertad de expresión y el derecho a la intimidad de las personas. Lo sucedido en este caso podría provocar una marea de acciones legales a la caza de información personal sobre los usuarios de Twitter acusados de publicar mensajes calumniosos.
Hasta ahora Twitter se había resistido a revelar información acerca de sus usuarios, aunque su política de privacidad deja abierta la puerta para “acceder a la demanda de la ley, regulación o petición legal.” Tony Wang, jefe de las operaciones en Europa de la compañía, ya advirtió la semana pasada que no tratarían de proteger la información confidencial de los usuarios si ésta se les exigía legalmente.
En este sentido, Wang señaló que lo más que la compañía puede hacer es informar a los usuarios antes de entregar sus datos. Twitter no ha hecho ningún intento legal por garantizar la privacidad de las personas detrás de estos perfiles.