MADRID, CAPITAL DE LA ROBÓTICA
Nos acercamos a conocer un sector que avanza imparable. De la robótica han salido cariñosos humanoides como Nao, que puede programarse para mejorar el aprendizaje de alumnos con autismo o para que baile al ritmo de Michael Jackson, como premio, por ejemplo, por hacer los deberes.
Otros hacen por nosotros tareas habituales, como cortar el césped o colaboran en situaciones de riesgo en el ámbito militar.
En la mayor feria de esta industria en España vemos lo que ya existe y nos cuentan lo que llegará. "Un dron de rescate marítimo, de cuatro metros, capaz de volar durante tres horas a velocidades de hasta doscientos kilómetros por hora y lleva una balsa autoinflable para salvar hasta a quince personas", asegura el emprendedor Enrique Martínez.
Innovación en el sector de la tecnología robótica. Su valor, prevén, se multiplicará en unos cinco años, hasta los 80.000 millones de euros.
Robots en plena forma y que parecen reales, como una "foca" fabricada en Japón. "Nuka puede ayudar a mucha gente en su tratamiento contra la depresión o la ansiedad", apunta el investigador del Instituto japonés de Ciencia y Tecnología avanzada Takanori Shibata.
También encontramos en la feria un exoesqueleto que identifica lesiones en la parte superior del cuerpo. "Va conectado a un modelo virtual que monitoriza los movimientos del paciente", explica el ingeniero robótico Luis Javier Monge.
Tecnología que nos cuida, nos vigila o nos sorprende con obras de arte, impresas en tres dimensiones.