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Desde que Facebook puso en marcha su servicio de etiquetado automático mediante reconocimiento facial comenzó una polémica sobre el derecho a la privacidad que se ha avivado con la reciente expansión del sistema. Mientras que algunas compañías, como Google, han afirmado que no traspasarán esa línea existen otras cuyo negocio se basa precisamente en esta tecnología.
La startup SceneTap hace posible la detección facial de las personas que entran en un establecimiento mediante cámaras y software adaptado. El propietario de un bar puede conocer de esta manera cuál es la proporción de hombres y mujeres o quién está comprando bebidas y quién no.
Esto que parece una intrusión importante en la intimidad de la gente no lo es tanto si se tiene en cuenta que SceneTap no ofrece información concreta sobre la identidad de las personas, sino sólo sobre datos estadísticos, como la edad y el género. Se trata de información útil para que los propietarios de un establecimiento conozcan a su público.
El proceso es el siguiente. Las cámaras se sitúan frente a la puerta de entrada y cada cliente que pasa es detectado. El CEO de SceneTap, Cole Harper, establece una diferencia entre reconocimiento facial y detección facial. Esto último sería lo que hace la startup. Cuando una persona entra la cámara crea una caja alrededor de su cara y analiza sus ojos, nariz y fisonomía. Esta información se coteja con una base de datos para encontrar similitudes.
Las cámaras no están constantemente vigiladas por personas y la información que recogen no se almacena. Se trata de información en tiempo real, que puede identificar estadísticamente qué tipo de personas acuden a un bar y quiénes están bebiendo. El servicio se puede integrar con Twitter, Facebook y Foursquare. De esta forma los consumidores podrían utilizarlo para conocer por adelantado el ambiente de uno u otro local.
Si alguien está buscando un bar para ligar – uno de los motivos principales por los que mucha gente sale de su casa – puede conocer la proporción de chicos y chicas de cada establecimiento que utilice SceneTap, viendo qué es lo que más le interesa, además de saber la edad de los clientes de cada local.
El servicio de SceneTap no permitirá que los propietarios de los bares tengan acceso al stream de datos, solamente podrán visualizar la situación de cada momento. La propia startup sí podrá ver esta información pero según su CEO sólo la utilizarán para el mantenimiento.
El hecho de que no quede almacenada ninguna información ofrece tranquilidad a los clientes, sin embargo, lo que captan las cámaras puede tener un gran valor en el mercado. No sería la primera vez que empresas con capacidad para hacerlo – aunque sin ninguna potestad – comercian con datos privados de los usuarios.