Inteligencia Artificial
El rápido avance de la IA en los últimos meses preocupa a los expertos por sus efectos negativos. Geoffrey Hinton, uno de sus creadores, ha advertido ahora de sus riesgos en una polémica entrevista.
El rápido avance de la Inteligencia Artificial en los últimos meses preocupa a los expertos, incluidos sus creadores. Aunque son muchos los efectos positivos que esta conocida herramienta tecnológica puede aportar en nuestro día a día, su avance puede traer consigo consecuencias negativas.
Esta misma semana, Geoffrey Hinton, uno de los 'padrinos' de la IA, ha abandonado Google para, asegura, advertir de los riesgos de esta tecnología y hablar abiertamente sobre ella. En esta decisión, además, parece influir su edad. El informático tiene ahora mismo 75 años y, subraya, también "es hora de retirarse".
"En realidad, me voy para poder hablar sobre los peligros de la IA sin considerar cómo afecta esto a Google", ha escrito en su cuenta oficial de Twitter en la que asegura que no pretende criticar a la compañía. "Google ha actuado de forma muy responsable".
En esa línea, Hinton se ha mostrado preocupado por la actual capacidad, que podría mejorar con el paso del tiempo, que la Inteligencia Artificial tiene para crear imágenes o textos completamente falsos pero convincentes. Esto podría llevar a las personas a "no saber qué es verdad". Además, el estadounidense ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que muchos puestos de trabajo se vean afectados a medida que evolucione la IA.
"Algunas personas creían que esta herramienta podría volverse más inteligente que las personas, pero la mayoría pensaba que estaba muy lejos", cuenta. "Yo pensaba que estaba muy lejos, que faltaban entre 30 y 50 años, pero obviamente ya no lo pienso".
No se arrepiente de haber contribuido a su creación
En 2012, Hinton trabajaba como Doctor en la Universidad de Toronto. Allí, junto a dos de sus alumnos de posgrado, crearon la tecnología que, años después, se convertiría en la base de algunas herramientas de Inteligencia Artificial como ChatGPT.
Aunque ahora pide precaución y advierte de los efectos negativos que puede aportar esta tecnología, el informático asegura no arrepentirse de haber creado la base intelectual de la IA: "Me consuelo con la típica excusa: si esto no lo hubiera hecho yo, alguien más lo habría hecho".
8 años más tarde de aquel momento, el ya extrabajador de Google ahonda aún más y asegura que este tipo de inteligencia es completamente diferente a la humana. El motivo principal, la interconexión de los sistemas digitales.
"La gran diferencia de los sistemas biológicos con los digitales es que estos tienen muchas copias (...) del mismo modelo del mundo", explica en una entrevista que ya ha dado la vuelta al mundo. "Y todas estas copias pueden aprender por separado pero compartir su conocimiento al instante. Es igual que si tuviéramos 10.000 personas y cada vez que una aprendiese algo, todos lo supieran automáticamente. Así es como estos chatbots pueden saber mucho más que cualquier persona".
El creador de ChatGPT también advierte
A finales de febrero, el creador de esta conocida herramienta, Sam Altman, hablaba de sus efectos positivos pero avisaba ya de los negativos. Aseguraba que "la sociedad necesita más tiempo para adaptarse a algo tan grande" y ponía como ejemplo la transición entre el mundo anterior y posterior al teléfono inteligente.
En esta línea, Altman hablaba de la regulación y pedía tiempo para que las instituciones de todo el mundo pudiesen establecer una normativa relacionada con las herramientas de Inteligencia Artificial.