TECNOLOGÍA AL SERVICIO DE LA SEGURIDAD VIAL
La ingeniería en los coches es la que salva vidas en las carreteras. Innovación e investigación en la seguridad que se aplica en la alta competición.
Así ha ocurrido en las 500 Millas de Indianápolis, donde los coches alcanzan velocidades de 400 kilómetros por hora, una velocidad con la que un simple contacto puede suceder de todo, como le ocurre a un piloto, que tras varias vueltas de campana, sale del monoplaza por su propio pie.
Sin techo, los pilotos estarían totalmente desprotegidos ante un accidente de este tipo, sin embargo, una jaula de seguridad les protege. Es la que le salvó la vida a Scott Dixon este fin de semana: un sistema de columnas que rodean la cabina, actuando como una barrera que minimiza el accidente.
Las pruebas para llevar a cabo estos avances en seguridad se hacen en un laboratorio, donde también se estudia el impacto de cualquier pieza o neumático. Unos sistemas de seguridad que acaban en los coches comunes: barreras de protección que absorben la fuerza del choque y protegen al conductor y los pasajeros, igual que los sistema de anclaje y cinturones de seguridad. Se controlan todos los movimientos y si algo falla, la tecnología avisa.
El siguiente paso será detectar el impacto antes, para evitarlo, pero por el momento la velocidad en esta clase de competiciones no lo permite.