NOVEDADES SIN GRANDES SORPRESAS
Podemos calificar de muchas formas la presentación online que ha realizado Nintendo, en lugar de la clásica conferencia que venía efectuando en el Nokia Theatre de Los Ángeles. Podemos usar muchas palabras.
Pero ninguna de ellas es sorprendente. Sin embargo, en el caso de Nintendo, que busca recuperar la posición que tenía hasta hace nada con Wii y Nintendo DS, no sorprender es sinónimo de cumplir con las expectativas.
Pocas de las exigencias que el público, fiel a la casa, demandaba a través de las redes sociales han quedado insatisfechas con lo que el mismísimo Satoru Iwata, responsable máximo de Nintendo a nivel mundial ha presentado en su Nintendo Direct de hoy.
En algo menos de 45 minutos hemos repasado todo lo que la compañía tenía que mostrar para dar una sensación de catálogo de la que ahora mismo carece Wii U. Para la consola de sobremesa se ha presentado el nuevo Super Mario 3D World, un juego que cruza las experiencias de Super Mario 3D Land y New Super Mario Bros, así como se ha presentado Wii Party U, con sus más de 80 nuevos Minijuegos y, como novedad, microjuegos jugables a través del Wii U Gamepad.
También se ha podido ver algo más de The Legend of Zelda: Windwaker. Remake del juego de Ninendo Gamecube que aterrizará en los próximos meses en Wii U, así como un nuevo Donkey Kong Country para la consola de sobremesa, que traerá las clásicas plataformas de la casa a la nueva generación.
Aunque, el que más expectación ha creado es Mario Kart 8, con sus nuevas carreras con vehículos provistos de ingravidez, concepto muy utilizado en juegos como F-Zero, para poder correr en pistas un tanto futuristas que nos pondrán, literalmente, cabeza abajo.
Para los más jugones, Bayonetta 2, alguna novedad del Project X de Monolith y, sobre todo, el multiplataforma Super Smash Bros, que anuncia la introducción de Megaman a la enorme lista de contendientes.
En definitiva, una presentación conservadora, que no arriesga en contenido y que se limita a cumplir en imprescindibles, con la intención de ir, poco a poco, recuperando la confianza del mercado.