Análisis

Kinect Star Wars

Conviértete en un Jedi frente al televisor, compite con vainas como Anakin y, si quieres, baila los temas más sonados de una galaxia muy, muy lejana.

¿Quién no ha soñado nunca con tener las habiliades de un Jedi? Ondear la mano para intentar un truco de control mental, hacer como que abrimos puertas automáticas con la Fuerza, utilizar todo objeto fosforescente o incluso linternas como si de un sable láser se tratase,... Aunque la ciencia aún no ha avanzado lo suficiente para que podamos mover cosas con la mente, al menos ahora podemos emularlo y que tenga una reacción en la pantalla gracias a Kinect.

 

Kinect Star Wars nos permite ser Jedis, pero también nos permite ser pilotos de vainas, nos permite ser un gigantesco Rancor que destruye ciudades, y nos permite estar a la moda en pasos de baile intergalácticos, quizás la opción más polémica y humillante para los mayores fans de la saga de Lucas, pero no por ello la menos divertida. Este título es un curioso homenaje a La Guerra de las Galaxias, que viene dividido en cuatro modalidades de juego bien diferentes, todo ello historias inventadas alternativas a la trama oficial de la saga.

Es un juego más orientado al juego en familia y a cumplir fantasías de los más pequeños

La primera y más interesante es esa que nos permite ser Jedi por un día. Un día o los que queramos, porque tendremos que superar una campaña para uno o dos jugadores a golpe de sable láser y lanzamientos de Fuerza con todo nuestro cuerpo. Avanzando por zonas guiadas, tenemos que acabar con toda la amenaza Sith, blandiendo nuestra espada de luz con una mano y utilizando poderes con la otra, levantando objetos y enemigos o empujándolos, desviando proyectiles y, sobre todo, troceando todo lo que nos salga al paso, con ágiles movimientos y saltos evasivos que realizamos inclinándonos hacia los lados o saltando en el sitio.

 

Como para todo juego de Kinect, necesitaremos mucho espacio libre para jugar con soltura, y aunque no lo detecte, lo más recomendable es jugar con el mando de la tele, con un palo o algo similar en la mano, para que la sensación sea más real y no tengamos la impresión de que estamos ondeando los brazos al aire sin sentido, sobre todo para meternos de lleno en los duelos de uno contra uno que llegan al final de cada nivel (y que tienen su propio modo de juego), que requieren que bloqueemos ataques enemigos en direcciones concretas. Mucho mejor si nos metemos en nuestro papel, vaya.

 

Otro modo de juego son las carreras de vainas que popularizó el Episodio I y que ya tuvieron sus propios videojuegos en el pasado. Esta vez, las controlaremos como si fueran reales, adelantando nuestras manos para acelerar, y retrasando una u otra en función de hacia dónde queramos girar. En este aspecto, la detección de profundidad de Kinect es súper precisa, y entre la variedad de circuitos y los modos multijugador, éste es quizás el mejor modo de juego de Kinect Star Wars.

 

Porque el baile no lo es, por mucho que la detección de movimientos sea buena y que no tenga nada que envidiar a Dance Central, más aún con canciones reconocidas por todos versionadas al universo Star Wars. Puede ser divertido, es un extra muy trabajado, pero bailar con Han Solo y Lando Calrissian no es precisamente el motivo principal por el que un fan de la saga o un niño aspirante a Jedi (los públicos a los que está más claramente orientado el juego) se comprarían Kinect Star Wars.

 

Un extra más acorde a la situación es el de controlar a un Rancor, la bestia que se intenta comer a Luke Skywalker en El Retorno del Jedi, que es desatada en medio de localizaciones como ciudades o bases y, con nuestros movimientos, tenemos que avanzar, saltar, aplastarlo y romperlo todo. Sencillamente muy divertido. También muy buena detección de movimientos gracias a Kinect, en una experiencia que no está llevada por raíles ni nada parecido. Avanzamos con nuestros movimientos, cogemos y lanzamos a pequeños ciudadanos zarandeando nuestros brazos, y lo aplastamos todo saltando y agitando las manos.

 

Como ya os podéis imaginar, es un juego más orientado al juego en familia y a cumplir fantasías de los más pequeños que a satisfacer las ansias de los puristas de la saga más creciditos, quienes igual encuentran el producto hasta ofensivo. Kinect Star Wars es un juego variado y bien elaborado, para todo tipo de público que, como es necesario con cualquier juego de Kinect, esté dispuesto a pasar un rato entretenido en compañía y sin vergüenza alguna.

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