los primeros 90 modelos se entregarán en 2020 a sus clientes
La feria 'Innovation Expo 2018' se inauguró en la ciudad de Rotterdam (Holanda) con decenas de proyectos e inventos holandeses, entre ellos un vehículo híbrido entre un coche y un autogiro cuyos primeros 90 modelos volarán a partir de 2020. "El Pal-V Liberty es el primer coche volador con propósitos comerciales en el mundo", explicó a Efe Lucas De Bar, trabajador de la compañía que mostró el vehículo a los visitantes de la muestra.
La compañía que lo fabrica, PAL-V International, entregará los primeros 90 modelos en 2020 a sus clientes, algunos de los cuales están en Europa y han pagado 500.000 euros por unidad. "Ese precio es en parte porque se trata una edición limitada, pero luego pondremos otros a la venta que costarán 300.000 euros", añadió De Bar. Para utilizarlo, el cliente debe tener carné de conducir y seguir un curso de unas sesenta horas, 40 de práctica y 20 de teoría, en escuelas de vuelo asociadas con la compañía, una de las cuáles está en Marbella.
Los primeros 90 modelos se entregarán en 2020 a sus clientes, que han pagado 500.000 euros por unidad
El vehículo tiene forma de un coche deportivo, pues en él sólo pueden subirse dos personas, y alcanza los 160 kilómetros por hora en carretera, mientras que en el aire puede recorrer algo más de 400 kilómetros sin necesidad de recargarlo. Si el usuario quiere hacerlo volar, necesita desplegar las hélices para convertirlo en un autogiro, una aeronave con forma de helicóptero que necesita "unos 160 metros para despegar y solo 30 para aterrizar", indicó De Bar.
El coche volador fue una de las estrellas del "Innovation Expo", que atrajo a unas 5.000 personas, contó con el apoyo de cinco ministerios holandeses y se desarrolló en uno de los muelles del puerto de Rotterdam. Otro de los proyectos presentados fue "Alpha Electro", una aeronave eléctrica para dos personas de la compañía Pipistrel que se encuentra a la espera de que la Agencia Europea de Seguridad Aérea le otorgue los permisos para ser utilizada en escuelas de pilotos.
"Solo necesita 25 minutos para recargarse con un enchufe de 400 voltios", explicó a Efe el piloto Job Snel, "el tiempo que pasa entre que termina un alumno, viene otro, se repasa lo que se ha hecho en la clase anterior y se sube al avión". El modelo vale 160.000 euros sin incluir impuestos, pero una hora de vuelo cuesta unos tres euros en energía eléctrica, bastante menos de los 28 euros en combustible que necesita un avión de estas características.