AGENCIA ANTIMONOPOLIO DE EEUU
Pese a ser una operación anunciada hace ocho meses, la adquisición definitiva de WhatsApp por parte de Facebook no se ha cerrado hasta este martes, tras despejar ambas compañías las dudas que la compra presentaba en términos de privacidad y garantía de la competencia.
Primero ante la agencia antimonopolio de Estados Unidos, la Comisión Federal del Comercio (FTC), y luego ante los órganos reguladores de la competencia de la Comisión Europea, Facebook y WhatsApp fueron sometidos a un exhaustivo escrutinio, que finalmente determinó que la operación no ponía en riesgo la privacidad de los usuarios, ni la competencia dentro de la industria.
Tras el aval de la Comisión Europea del pasado viernes, Facebook se apresuró a cerrar definitivamente la compra este lunes, y adquirió el servicio de mensajería móvil más popular del mundo (WhatsApp cuenta en la actualidad con 600 millones de usuarios) por 21.800 millones de dólares.
El monto final ascendió a los 21.800 millones, casi 3.000 por encima de la cifra anunciada en febrero, porque más de la mitad del dinero se pagó en acciones de Facebook, que en lo que va de año se han revalorizado en el mercado electrónico Nasdaq un 42%.
Facebook cuenta con 1.320 millones de usuarios activos al mes, según las últimas cifras difundidas por la propia empresa, lo que la convierte en la red social más utilizada del mundo, y que ahora también es propietaria del servicio de mensajería móvil más popular.
Fue precisamente lo colosal de estas cifras, lo que llevó a las autoridades europeas a plantearse si la adquisición generaría una situación de casi monopolio que dañase al resto del sector y no garantizase la competencia dentro de la industria.
Sin embargo, el pasado viernes, el vicepresidente de la CE y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, explicó que, tras revisar "cuidadosamente" esta operación, la Comisión concluyó que "no obstaculizará la competencia en este mercado dinámico y en crecimiento", puesto que los consumidores seguirán teniendo una "gran variedad de aplicaciones de comunicación" como alternativa.
Una de las claves que llevó a la CE a considerar que la compra no dañará la garantía de la competencia fue no considerar a WhatsApp y Facebook Messenger (el servicio de mensajería móvil de Facebook) competidoras directas, ya que la primera basa su servicio en los números de teléfono, mientras que para acceder a la segunda hace falta tener un perfil en la red social.